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Cuídate de la obesidad

La grasa de la obesidad es un tejido activo que influye en la salud, fomentando problemas mortales como diabetes, hipertensión y cáncer.

Sabemos que el sobrepeso y la obesidad son problemas; y no solamente problemas de imagen. Los gimnasios están llenos de personas preocupadas por quemar calorías por razones de apariencia, sin embargo, esa no debería ser la principal razón para deshacerse de la obesidad; porque la grasa de más es un marcador de complicaciones de salud críticas, que desde hace mucho se sabe están relacionadas.

Como simple y elocuentemente lo pone el Dr. Robert Lustig, autor de Fat Chance: «la grasa muere joven». Ahora sabemos con estudios y estadísticas que la acumulación de grasa corporal que conocemos como obesidad no es solamente un problema estético. La obesidad fomenta y acarrea una lista de condiciones crónicas que deterioran la salud y promueven la mortalidad prematura.

Y la clave está en que la grasa no está ahí solamente para ocupar espacio físico en nuestro cuerpo, sino que es un tejido activo que interactúa de forma hormonal, metabólica e inmunitaria, influyendo la salud de todo el cuerpo, incluyendo el cerebro. Y el exceso de esa grasa afecta la salud de variadas formas.

Las Consecuencias de la Obesidad

El Síndrome Metabólico es un término médico relativamente nuevo que reconoce la relación entre la obesidad, hipertensión arterial, Colesterol HDL (colesterol bueno) bajo, dislipidemia (grasa donde no debe haber tanta) e hiperglucemia (glucosa elevada).

El tema ya lo abordamos anteriormente, pero es importante mencionarlo por su estrecha relación con las causas y consecuencias de la obesidad. En general, si tienes 3 de los 5, tienes Síndrome Metabólico. Pero mención especial merece la hiperglucemia, ya sea en forma de intolerancia a la glucosa o de resistencia a la insulina.

La hiperglucemia es producto de la falta de acción de la insulina, a la cual las células se hace resistentes después de un tiempo de estar expuestas a tanta glucosa proveniente principalmente de los carbohidratos de la alimentación procesada moderna. Esta es la clave de la pandemia de obesidad mundial que vivimos en los últimos años.

Y sus consecuencias son, literalmente, mortales.

Riesgos de la Obesidad

Consecuencias Metabólicas

Enfermedades Cardiovasculares

Comenzando por la hipertensión, precursora de varias enfermedades cardiovasculares, la obesidad va de la mano también con otros problemas que afectan la capacidad del sistema circulatorio de bombear la sangre a todos los tejidos del cuerpo. La dislipidemia, por ejemplo, comúnmente fomenta aterosclerosis, la cual con el tiempo provoca infartos o muerte cardíaca y cerebral por falta de sangre.

Dislipidemia

También conocida como hiperlipidemia o hipertrigliceridemia, es la acumulación de Colesterol LDL («colesterol malo») en muchas mayores proporciones que el HDL («colesterol bueno») que circulan en la sangre. El «colesterol malo» es el que tiene la tendencia a pegarse a las paredes arteriales, provocando con el tiempo aterosclerosis (engrosamiento de las paredes arteriales a causa de la acumulación de placa) y enfermedades cardiovasculares e ictus cerebral.

Diabetes

Aun si te salvas de los problemas cardiovasculares por un tiempo, es muy probable que la obesidad fomente en primera instancia la diabetes. Esta condición inclusive puede estar presente por años antes de manifestarse en el problema mucho más difícil de tratar. A este estado se le conoce como pre-diabetes y es cuando se desarrolla la resistencia a la insulina, lo que con el tiempo se convierte en Diabetes Tipo 2, cuando el páncreas ya no puede siquiera generar suficiente insulina como para mantener a raya tanto la glucosa sanguínea como la acumulación de grasa visceral.

Hígado Graso

Una de las condiciones derivadas de la acumulación de grasa consecuencia de la acción de la insulina debido al exceso de glucosa, es una enfermedad conocida como Enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico. Como su nombre lo indica, el desarrollo de hígado graso es típico en los alcohólicos, al igual que la cirrosis. Sin embargo, un efecto similar sucede por la acumulación de grasa en este importante órgano, debido al exceso de consumo de carbohidratos, especialmente azúcares. Y nunca olvidemos que el hígado es básicamente el órgano multitareas de nuestro cuerpo, el cual cuando deja de funcionar adecuadamente desencadena problemas en todo el organismo, e inclusive la muerte.

Inflamación Sistémica

El tejido adiposo en condiciones de exceso produce mediadores inflamatorios producto de la respuesta del sistema inmune, lo que promueve la inflamación no solamente del propio tejido adiposo, sino que influyen en el resto del organismo, fomentando además de la resistencia a la insulina, múltiples enfermedades metabólicas.

Cáncer

Ciertos tipos de cáncer están asociados a la obesidad, entre ellos el cáncer de colon, de próstata, del páncreas, de seno, y adenomas glandulares. La obesidad también se relaciona con el cáncer de esófago, del hígado y carcinoma endometrial (del revestimiento interno del útero). Aunque las causas específicas se siguen estudiando, la obesidad puede promover el cáncer mediante la inflamación crónica que fomenta en varios órganos.

Consecuencias Mentales

Como lo siguen corroborando estudios en las últimas décadas, la obesidad está relacionada inversamente con el volumen cerebral. En otras, y más sencillas palabras: entre más grande tu panza y tus “lonjitas” más pequeño será tu cerebro. Uno de esos recientes estudios encontró que la obesidad de esta manera influye en la capacidad cognitiva debido al deterioro que fomenta en el cerebro, específicamente en el hipocampo. Por si esto fuera poco, la obesidad en la mediana edad también está asociada con un aumento en el riesgo de demencia como la enfermedad de Alzheimer y la de Parkinson.

Las causas de la obesidad

Y ¿qué es lo que provoca principalmente el acumulamiento de la peor grasa de todas en nuestro cuerpo? De acuerdo al Dr. David Perlmutter, autor de Grain Brain, es el consumo de carbohidratos y azúcares, dos de los alimentos más comunes (y procesados) que existen en las dietas de la mayoría de los países desarrollados y en desarrollo.

Por así decirlo, los panes, las pastas y todas esas bebidas con azúcar añadida nos están haciendo, además de más gordos, más tontos y más enfermos. Y los kilos de más que fomentan son el principio de problemas de salud mucho más serios.

 

Referencias
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Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

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