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Cuídate de los trastornos alimenticios

Cuídate de los trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracones son afecciones psicológicas complejas con graves consecuencias para la salud.

Cuando escuchas el término «trastornos alimenticios», ¿qué te viene a la mente? Muchas personas se imaginan simplemente dietas extremas o atracones de comida chatarra. Sin embargo, estas afecciones son mucho más complejas y peligrosas de lo que comúnmente se cree.

Los trastornos alimentarios como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracones no solo afectan el cuerpo, sino que están relacionados directamente con problemas mentales, en varios casos con consecuencias potencialmente mortales.

Analicemos las verdades ocultas sobre estas afecciones y exploremos cómo podemos fomentar una relación más saludable con la comida y nuestros cuerpos.

Los trastornos alimenticios

Una estadística curiosa revelada por la National Eating Disorders Association: a pesar de que tanto el sobrepeso como la obesidad en niños y adultos sigue en aumento, el 81 % de los niños de 10 años en Estados Unidos temen estar gordos.

Esta obsesión temprana con la imagen corporal resalta cuán profundamente las presiones sociales nos influyen desde una edad temprana. Con el tiempo, estas presiones pueden derivar en trastornos alimentarios graves, que afectan a un considerable porcentaje de la población en algún momento de sus vidas.

La anorexia nervosa (AN), por ejemplo, no es «simplemente» una dieta. Implica una restricción calórica extrema, que a menudo deja a las personas peligrosamente por debajo de su peso. A pesar de los signos visibles, como la caída del cabello, los huesos frágiles y la fatiga, quienes la padecen, suelen considerarse obesos. Esta afección tiene la tasa de mortalidad más alta entre los trastornos psiquiátricos, lo que subraya su gravedad.

La bulimia nervosa (BN), por otro lado, implica ciclos de atracones, seguidos de purgas mediante vómitos o laxantes. Aunque las personas pueden mantener un peso aparentemente normal, sus cuerpos se llevan la peor parte del daño, desde caries hasta trastornos digestivos.

Y no olvidemos el trastorno por atracones (BOD por sus siglas en inglés), en el que la angustia emocional y la culpa siguen a los episodios de comer en exceso. A diferencia de la bulimia, no hay purgas, solo una abrumadora sensación de pérdida de control, y en consecuencia comúnmente sobrepeso y obesidad.

¿Qué alimenta los trastornos alimenticios?

Los ideales culturales suelen avivar las llamas de los trastornos alimenticios (también conocidos como trastornos alimentarios o trastornos de la alimentación). En las sociedades occidentales, la promoción incesante de la delgadez y los cuerpos perfectos puede fomentar la insatisfacción y la vergüenza. Si a eso le sumamos los filtros de las redes sociales y Photoshop, la presión se vuelve insoportable para muchos.

Pero las raíces son más profundas que las tendencias culturales. Las conductas familiares también desempeñan un papel fundamental. Los niños que observan patrones alimentarios poco saludables o escuchan comentarios sobre el peso en casa pueden internalizar estas ideas, lo que aumenta su riesgo de desarrollar trastornos alimentarios.

También influyen factores neurológicos y otros trastornos del comportamiento como la obsesión compulsiva y el perfeccionismo. Los atracones, por ejemplo se vinculan con cambios en la regulación de la dopamina, un patrón similar a la adicción. Esto puede explicar por qué es tan difícil liberarse de estos trastornos.

La curación comienza con el conocimiento y la alimentación saludable

¿La buena noticia? Los trastornos alimentarios son tratables y la curación es posible. Reconocer que estas afecciones no se deben a la vanidad, sino a luchas psicológicas profundamente arraigadas y a la malnutrición del propio cerebro, es el primer paso. Si las presiones culturales contribuyen al problema, la educación y la autoaceptación son también parte de la solución.

La recuperación a menudo implica terapia, grupos de apoyo y participación familiar. No es una solución rápida, pero con el apoyo adecuado, las personas con trastornos alimentarios pueden recuperar su salud y bienestar.

Toma el control

Si tú o alguien que conoces tiene problemas con la alimentación o la imagen corporal, no esperes para buscar ayuda. Estos trastornos son complejos, pero no insuperables. Comienza por consultar a un profesional de la salud y/o la nutrición para comprender sus necesidades y dar el primer paso hacia una vida más saludable y feliz. El apoyo adecuado puede marcar la diferencia.

Referencias

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596

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Feng, B., Harms, J., Chen, E., Gao, P., Xu, P., & He, Y. (2023). Current discoveries and future implications of eating disorders. International Journal of Environmental Research and Public Health, 20(14), 6325. https://doi.org/10.3390/ijerph20146325

Horovitz, O. (2024). Nutritional Psychology: Review the Interplay Between Nutrition and Mental Health. Nutrition Reviews, nuae158. https://doi.org/10.1093/nutrit/nuae158

NEDA (2012). What are eating disorders? https://www.nationaleatingdisorders.org/sites/default/files/ResourceHandouts/GeneralStatistics.pdf

Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

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