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Keto contra el cancer

La dieta keto contra el cáncer

Una dieta cetogénica minimiza la reproducción de células cancerígenas y en general la tendencia al crecimiento celular y el almacenamiento energético.

La dieta cetogénica, también conocida como dieta keto, es un estilo alimenticio que ha ganado mucha popularidad recientemente. A pesar de que no es una dieta nueva, y técnicamente tampoco es una dieta en el entendimiento común del concepto, estos últimos años cada ves más personas desean adoptarla, principalmente por su poder para inducir la pérdida de peso, sin necesidad de restricción calórica.

No bastante, como las primeras aplicaciones clínicas de esta dieta keto nos pueden sugerir, sus mayores beneficios no son necesariamente los que tienen que ver con perder peso, y específicamente con la pérdida de masa grasa.

Como ya analizamos en otros artículos, la dieta cetogénica se utiliza terapéuticamente desde principios de siglo XX para lidiar con las convulsiones epilépticas, y ya desde esos tiempos se conoce que ayuda al cerebro y en general al sistema nervioso a funcionar mejor, al punto en que en algunos pacientes la epilepsia desaparece.

La dieta cetogénica contra el cáncer

En las ultimas décadas, conforme el cáncer se entiende mejor como una enfermedad metabólica y no solamente genética, la dieta keto se ha estado estudiando y aplicando contra esta condición que lamentablemente cada año es más común en el mundo.

Y aunque por décadas los esfuerzos anti cáncer se centraron en otros aspectos de la enfermedad, las bases de los beneficios de la dieta cetogénica para lidiar con el cáncer son relativamente simples: al depender principalmente del metabolismo de la glucosa, para las células cancerígenas una dieta cetogénica les provee de un ambiente poco útil para su proliferación.

Como ya también analizamos en nuestro artículo sobre el cáncer como enfermedad metabólica, la mayoría de las mutaciones cancerígenas no pueden aprovechar la gasa como combustible porque dependen de la glucólisis, es decir de la glucosa como principal fuente de energía, fuera de las mitocondrias, en el citoplasma.

Este hecho ampliamente conocido y estudiado, conocido como el Efecto Warburg, por sí mismo hace lógica la idea de minimizar la necesidad del cuerpo de depender de la glucosa, es decir de los carbohidratos en los alimentos, para hacerle más difícil la vida a las células cancerígenas.

Cetonas y la mitocondria

Cetonas, más que combustible

Bajo este entendimiento, una dieta muy baja en carbohidratos o cetogénica, ya es de beneficio no solamente para el cáncer detectado y confirmado, sino además para la disminución de las probabilidades de que las mutaciones que podrían desarrollar cáncer lo hagan.

Recordemos que en cualquier momento existen mutaciones con posibilidad de convertirse en cáncer, pero una de las tareas comunes de nuestro sistema inmunitario es deshacerse de dichas células antes de que el problema se acumule y se convierta en tumor o se distribuya a distintas partes del cuerpo.

De este modo, una dieta keto puede ser una de las mejores formas de prevenir el cáncer, no solamente limitar el ya existente. Pero no es la única razón.

Otra razón, y puede que mucho más importante, para considerar a la dieta cetogénica preventiva del cáncer es que las cetonas no funcionan en el organismo sólamente como combustible, sino también como moléculas señaladoras que regulan el metabolismo y el sistema inmunitario de varias maneras.

Inmunometabolismo, dieta keto y cáncer

Aparte de que una dieta muy reducida en carbohidratos, y en consecuencia en glucosa en el organismo, ya es una desventaja para las células cancerígenas, la generación de cetonas producto de una más estricta dieta keto, activa rutas metabólicas que evolucionaron como respuesta a la aparente escases de alimentos que normalmente significa la reducción de carbohidratos en la dieta.

Las cetonas, ahora sabemos, no actúan solamente como reemplazo para la glucosa en los tejidos que la requieren, como el cerebro, sino además le indican al metabolismo que es hora de dejar de promover el crecimiento y la reproducción celular, en favor del mantenimiento de largo plazo.

Así, al mismo tiempo que la presencia de cetonas inhibe rutas metabólicas promotoras del crecimiento celular, activa otras rutas que promueven el aprovechamiento más afectivo de todos los nutrientes, especialmente de las grasas. Es así de hecho como la dieta keto promueve la pérdida de masa grasa, al utilizarla como combustible más efectivamente.

Además, la cetogénesis (la creación de cetonas) promueve también el reciclaje de proteínas mediante la autofagia y la mitofagia, lo que se traduce en procesos de reparación celular y desecho de tejidos y células ineficientes.

Menos crecimiento celular, menor cáncer

La principal razón metabólica por la cual una dieta cetogénica minimiza la reproducción de células cancerígenas es la misma que minimiza en general la tendencia al crecimiento celular y el almacenamiento energético: la disminución de la necesidad de insulina en el sistema.

Como también ya hemos analizado, la insulina es el principal factor de crecimiento celular, al indicarle a organismo que existe glucosa suficiente o en exceso, lo que a su vez promueve la utilización de la energía para replicar células.

En estado normal, el cuerpo utiliza estas señales de la insulina, por ejemplo, para almacenar energía en forma de grasa, generando tejido adiposo y obesidad. En cambio, las células cancerígenas aprovechan esas señales y esos nutrientes para seguir creciendo desmedidamente y expandirse a todo los tejidos posibles.

Así que, en pocas palabras, entre menos glucosa menos insulina y entre menos insulina menos tendencia al crecimiento celular y en consecuencia, menor tendencia de desarrollo de tumores o metástasis. Evolutivamente lógico.

La Dieta Cetogénica

La dieta keto en acción

Como estudios que ya hemos mencionado antes están demostrando, distintas versiones de dietas muy bajas en carbohidratos y cetogénicas se han estado estudiando ya por varios años, corroborando que en algunas personas en muy poco tiempo ayudan a revertir el daño metabólico disminuyendo los marcadores de glucosa, lípidos e inflamación en la sangre y en el organismo en general.

Y lo mismo se está estudiando en las últimas décadas en relación al cáncer, y en varios de esos estudios inclusive de ha alcanzado la remisión del cáncer solamente con la dieta keto. Son embargo, los mejores y mayores resultados se están consiguiendo con una mezcla de dieta cetogénica, ayuno intermitente y tratamiento de quimio y/o radioterapia.

Además, aunque la mayoría de los tipos de cáncer son metabólicamente similares, se ha encontrado que la dieta keto es más útil para ciertos cánceres más que para otros. Pero afortunadamente los tipos de cáncer que más pueden ser influenciados por la dieta cetogénica son los más comunes, los que se ha encontrando están mucho más directamente relacionados con las desregulaciones metabólicas promovidas por hábitos alimenticios y de estilo de vida poco saludables.

Reduce los carbohidratos refinados

Como esta lógica metabólica del cáncer nos muestra, uno de los principales promotores de la sobrereproducción celular es el consumo de dietas ricas en alimentos hipercalóricos ultraprocesados y basadas en carbohidratos refinados, aceites hidrogenados e ingredientes artificiales que el cuerpo humano no evolucionó para procesar en las cantidades que hoy consumimos.

Así, que reducir todos estos tipos de alimentos en nuestra alimentación es clave no solamente para lidiar con el cáncer diagnosticado, sino mejor aun para prevenir esta enfermedad la cual, a pesar de que aun muchos profesionales de la salud la consideran genética y que poco se puede hacer para evitarla, ahora sabemos que depende de la salud metabólica.

Y la salud metabólica, ahora sabemos siempre ha dependido de una alimentación y un estilo de vida lo más cercano al estado natural del ser humano. Y lo más simple que podemos hacer para acercarnos a este estado es consumir los menos alimentos ultraprocesados y refinados posibles.

 

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Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

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