Amhad Ayaad es un atleta de esos que gustan de participar en la famosa Spartan Race. Es uno de esos sujetos que se la llevan en el gimnasio completando varias rutinas Crossfit religiosamente. De esos que cargan baldes llenos de cemento y llantas de tractor como parte de sus ejercicios para mantenerse en forma.
Aparentemente con tanto músculo, tanta fuerza y tanta energía, es la imagen de lo que conocemos como fitness. Sin embargo, se encuentra recuperándose de haber pasado 25 días conectado a un ventilador pulmonar en coma inducido, como consecuencia de haber contraído COVID-19. Durante todo ese tiempo perdió 30 kilos. Y recordemos que ese peso era músculo, no grasa.
La historia se hizo viral porque las personas vulnerables a desarrollar la forma grave de COVID-19 se consideraron desde el principio de la epidemia personas de edad avanzada y personas con enfermedades crónicas; especialmente la combinación de ambas. Y las estadísticas lo demostraron. Ni los niños ni las personas sanas y jóvenes, si resultaban infectadas, se considera tienen que preocuparse por desarrollar síntomas de algo más que una gripe común.
En forma y en apuros
Obviamente que una persona tan en forma o “fit” como para levantar llantas de tractor como su forma de ejercicio diario, resultara afectada por el SARS-CoV2 al mismo nivel que un adulto mayor que lleva décadas lidiando con la diabetes, iba a llamar la atención en los tiempos de las noticias que se hacen virales en unas cuantas horas.
Hasta la médico que trató a Ayaad, la doctora Sandra Zaeh, mencionó que “no es una persona que debería haber desarrollado la forma grave de COVID19”. Pero la doctora también dijo que “algunos otros factores que no conocemos pudieron haber influido”. Precisamente en esos factores está el detalle. Y para entender el caso, debemos entender primero que estar en forma no es lo mismo que ser saludable.
Es decir que fitness no necesariamente significa salud.
La diferencia entre en forma y saludable
El término fitness se refiere a adaptación para el desempeño en ciertas circunstancias. Y como lo describen los doctores Philip Maffetone y Paul Laursen en su publicación sobre el tema en el journal Sports & Medicine, en el caso de los atletas se refiere a “la calidad de poder desempeñar ciertas tareas físicas, como ejercicio y deportes”.
En cambio, el concepto de salud implica “un estado de completo bienestar mental, físico y social, en el cual todos los sistemas del cuerpo funcionan en harmonía”. Por lo que podemos concluir que, aunque a veces se toman como sinónimos o se consideran en conjunto, son estados que pueden presentarse por separado; y esto explica por qué existen atletas o personas que a pesar de estar en forma tienen problemas de salud crónicos que en teoría no deberían tener. Pero ¿cuál es la razón? ¿Quiere esto decir que hacer mucho ejercicio no es saludable? Algo así, pero no es tan fácil de contestar solamente con un sí o un no.
La lucha entre dos estados necesarios
Simplificando, cuerpo humano y en general la vida en la Tierra, evolucionaron para alternar entre dos estados dependiendo de las circunstancias. Metabólicamente podemos definirlos en términos simples como el estado anabólico y el estado de catabólico. Y primordialmente uno de de esos estados promueve la salud de largo plazo.
En el estado anabólico, el metabolismo se dedica a crecer, a utilizar los nutrientes para replicación celular. En este estado, la prioridad es utilizar los recursos para hacer nuevas células, en respuesta a la abundancia de nutrientes y a necesidades de corto plazo. En cambio, en el estado contrario, el metabolismo ocupa todos los recursos necesarios para mantener las funciones optimas del sistema, en teoría en respuesta a condiciones de escases, y así mantener la vida y la salud el mayor tiempo posible para cuando los recursos sean de nuevo abundantes.
En otras palabras, con nutrientes abundantes, el organismo solamente se preocupa por crecer, y por funciones como la reproducción y la competencia, y de ahí que en esos momentos lo que menos interese es el mantenimiento de la salud de largo plazo. Y las circunstancias metabólicas de un atleta son las de crecimiento.
Músculos modernos
Con lo que ahora entendemos por qué las circunstancias metabólica de un atleta no necesariamente son las que le sirven para ser verdaderamente saludable.
Para mantener un cuerpo y una vida atléticas modernos, son necesarias calorías que el cuerpo humano a través de su historia evolutiva no podía conseguir, ni en cantidad y en tipo de alimentos. Y ¿cuáles son los alimentos que requieren la gran mayoría de los atletas para ser musculosos y fuertes? Carbohidratos y proteínas. De modo que la abundancia de carbohidratos y proteínas les dicen a las células que no necesitan preocuparse por la salud de largo plazo.
Esta es la razón por la cual es común que los atletas estén en forma, pero fácilmente desarrollen enfermedades crónicas relacionadas con la resistencia a la insulina. Y recordemos que la alimentación basada en carbohidratos refinados, en parte a través de la resistencia a la insulina, como ya lo hemos abordado en otros artículos y videos, inhibe de varias formas la efectividad del sistema inmune.
De manera que aun sin el peso extra de la obesidad, el metabolismo puede no ser tan saludable como pensamos, y promover la gravedad de infecciones como COVID-19.
Fitness y obesidad como marcadores de salud
Para concluir, como lo declara un estudio de revisión del departamento de Educación Física y Deportes de la Universidad de Granada, España, aún cuando no es un marcador muy exacto a nivel individual, el índice de Masa Corporal (IMC) que en cuenta en conjunto la masa grasa (MG) y la masa libre de grasa (MLG), predice eficientemente el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
De hecho, es un marcador más eficiente en este sentido comparado con la MG y la MLG por separado. Esto debido a que tanto una alta masa grasa (obesidad) como una alta masa libre de grasa (exceso de músculo) son perjudiciales para la salud. De modo que, aunque evitar un bajo nivel de músculo es benéfico ya que aumenta el metabolismo y previene la obesidad y ciertos desórdenes metabólicos, los extremos de masa libre de grasa pueden comportarse como una carga o gravamen extra para el sistema cardiovascular.
Así que, ahora que entiendes mejor la diferencia entre fit y saludable, tienes mayor poder de decisión sobre tus hábitos de actividad física y promotores de la salud en general.
Maffetone, P. B., & Laursen, P. B. (2016). Athletes: fit but unhealthy?. Sports medicine-open, 2(1), 24. https://dx.doi.org/10.1186%2Fs40798-016-0048-x
Nitkin, K (2020). Ahmad Ayyad: Getting Strong Again After COVID-19. Johns Hopkins Medicine. https://www.hopkinsmedicine.org/coronavirus/patient-stories/ahmad-ayyad.html
Ortega, F. B., Cadenas, C., Lee, D. C., Ruiz, J. R., Blair, S. N., & Sui, X. (2018). Fitness and fatness as health markers through the lifespan: an overview of current knowledge. Progress in Preventive Medicine, 3(2), e0013. https://dx.doi.org/10.1097%2Fpp9.0000000000000013
[…] leves. En contraste, el 43% reportaron haberse sentido fatal, posiblemente relacionado con el exceso de ejercicio o con alguna condición crónica no […]