Cuídate Hoy

Obesidad requiere más tiempo de cuarentena

Las personas con obesidad son un ambiente propicio para los virus respiratorios; pueden hacer a la enfermedad más grave y la pueden transmitir por más tiempo: estudio.

La obesidad y el sobrepeso son lamentablemente condiciones metabólicas ahora comunes entre la población de los países desarrollados y emergentes. En toda Latinoamérica siguen en aumento en incidencia y prevalencia conforme todos los países adoptan la típica dieta americanizada de alimentos ultra procesados y bebidas azucaradas.

Como parte del síndrome metabólico, la obesidad es un marcador de problemas de salud que se sabe están relacionados con todas las enfermedades crónicas y que, dependiendo del ambiente alimenticio y el estilo de vida así como de la genética, se desarrollan de manera distinta en cada persona. Sin embargo, es común que en conjunto con la obesidad se desarrollen no solo una, sino varias condiciones crónicas al mismo tiempo.

Sin embargo las condiciones crónicas no son el único problema para las personas con obesidad. Se sabe desde hace tiempo que el estado inflamatorio que fomentan el sobrepeso y la obesidad hacen más propensas a las personas a contraer enfermedades infecciosas y a hacer los síntomas más graves y prolongados. Esto es de especial importancia en tiempos de pandemia.

La obesidad es el ambiente perfecto para el virus

Un estudio reciente recopiló la información científica relevante hasta el momento para determinar la importancia de tomar especialmente en cuenta las medidas de aislamiento social relacionadas con la pandemia de COVID-19 para los casos de personas con sobrepeso u obesidad. Esto debido precisamente a que ya se ha documentado en todas las epidemias similares anteriores que la obesidad resulta para los virus de la influenza y similares un ambiente propicio para su replicación.

En una persona obesa, las hormonas y sustancias inflamatorias como citocinas e interleucinas se producen en mayor cantidad, lo que hace mucho más grave la infección. Y al ser la obesidad una condición prevalente en México, en parte esto explica la fuerza con la que se ha pegado la pandemia en comparación con otros países, tomando en cuenta que además la mayoría de la personas con obesidad tienen al menos una condición crónica del síndrome metabólico, lo que aumenta aun más la capacidad de la infección para causar daño al sistema.

El estudio, además de resumir las razones por las cuales la obesidad fomenta las infecciones virales y su severidad, establece otras dos razones importantes por las cuales las personas con obesidad deben resguardarse el doble de tiempo considerado para la población en general, especialmente en caso de confirmación de COVID-19.

Obesidad y Coronavirus

Más contagiosos por más tiempo

En una persona con obesidad, el sistema imunitario ocupa más tiempo en atacar y neutralizar a los virus similares a la influenza, precisamente por que la obesidad promueve procesos metabólicos que inhiben el adecuado funcionamiento tanto del sistema inmunitario innato como del adaptativo.

Entre las razones, el estudio llevado a cabo en por investigadores italianos, están la reducida activación de parte del sistema inmune de los macrófagos, así como la inhibición de la respuesta de las células B y T. Además, la propia respuesta inmune inflamatoria desmedida por el efecto pro-inflamatorio de la obesidad, mantiene al cuerpo liberando citocinas como TNF-alfa, MCP-1 y IL-6.

Esto y otras circunstancias típicas del estado inflamatorio hace posible que una persona con obesidad, además de desarrollar más severidad de infección, tarde mucho más tiempo en dejar de poder transmitir la enfermedad, por lo que se sugiere que se mantengan en cuarentena al menos otros 14 días más de lo recomendado.

La falta de actividad física inhibe el sistema inmunitario

Para cubrir todos los frentes, el estudio analizó también la relación del ejercicio y la falta de este como parte del estilo de vida con la capacidad del sistema inmune de deshacerse de las infecciones. Tomando en cuenta que la mayoría de las personas con obesidad llevar a cabo poca o nula actividad física, el estudio sugiere que es otra razón más para la extensión de cuarentena en las personas consideradas con sobrepeso u obesidad.

Esto debido a que la falta de actividad física se sabe disminuye la capacidad del sistema inmune de responder a tiempo y con la fortaleza y especificidad adecuadas ante los virus, lo que se traduce en mayor tiempo con la enfermedad y, aun más, le da tiempo al virus para evolucionar en cepas mucho más efectivas, lo que puede traducirse en contagios más virulentos a otras personas.

En otras palabras: las personas con obesidad son el ambiente perfecto para hacer la epidemia más grande y posiblemente más grave.

Medidas a implementar en caso de contagio con sobrepeso y obesidad

Puede ser un consejo que escuchamos hasta el cansancio, pero en el caso de las personas con obesidad, lo más útil puede ser llevar a cabo más actividad física. Además de tratar de alimentarse  saludablemente, implementar rutina de ejercicio durante su cuarentena es literalmente vital para la personas con obesidad debido a que la actividad física mejora la función inmunitaria.

El ejercicio tiene un efecto inflamatorio específicamente reduciendo las citocinas TNF-alfa, MCP-1 Y IL-6, así como aumentando la IL-10. Además, la actividad física aumenta los niveles de adiponectina y la sensibilidad a la insulina, además de reducir los niveles de esta última así como los de leptina, revirtiendo el estado hormonal alterado que fomenta la obesidad.

De modo que, aun sin resultar en pérdida de peso, la actividad física ayuda a regular varios aspectos del metabolismo implicados en la función del sistema inmunitario, por lo que el estudio publicado en el journal Acta Diabetologica sugiere que, además de mantener el aislamiento social por más tiempo, las personas con obesidad deben hacer ejercicio de leve a moderado todos los días.

Riesgos de la Obesidad

¿A quiénes aplicarían estas recomendaciones?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos especializados, la obesidad se define como un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o mayor a 30. El IMC es la delación entre el peso y la altura y resulta de aplicar una simple formula: dividir la altura en centímetros entre el peso al cuadrado.

Según este indicador, la mayoría de las personas tienen un IMC ideal si este se encuentra entre 18 y 25. En cambio, de 25 hasta 29, antes de considerarse obesidad, se considera sobrepeso. Tomando en cuenta que el sobrepeso en muchas personas es marcador de malos hábitos alimenticios y de estilo de vida que están desequilibrando el metabolismo, sería prudente considerar la cuarentena extendida para cualquiera que presente un BMI mayor de 25, y no solamente a quienes ya alcanzaron o rebasaron el 30, el punto en que se considera obesidad.

Esto es importante de tomar en cuenta porque se sabe que hasta un 40% de las personas diagnosticadas con síndrome metabólico no se consideran con obesidad. Es decir que los problemas metabólicos que promueven las infecciones virales y su prevalencia no requieren como regla de un BMI de 30 o más.

 

Referencias
Codella, R., Luzi, L., Inverardi, L. & Ricordi, C. (2015). The anti-inflammatory effects of exercise in the syndromic thread of diabetes and autoimmunity. Eur Rev Med Pharmacol Sci 2015; 19 (19): 3709-3722. https://www.europeanreview.org/article/9607
JumpstartMD (2019) Robert Lustig – What is Metabolic Syndrome Anyway? https://youtu.be/zx-QrilOoSM
Lee, I. T., Chiu, Y. F., Hwu, C. M., et al. (2012). Central obesity is important but not essential component of the metabolic syndrome for predicting diabetes mellitus in a hypertensive family-based cohort. Results from the Stanford Asia-pacific program for hypertension and insulin resistance (SAPPHIRe) Taiwan follow-up study. Cardiovascular diabetology, 11(1), 43. https://dx.doi.org/10.1186%2F1475-2840-11-43
Luzi, L. & Radaelli, M. G. (2020). Influenza and obesity: its odd relationship and the lessons for COVID-19 pandemic. Acta Diabetologica, 1-6. https://dx.doi.org/10.1007%2Fs00592-020-01522-8
St-Onge, M. P., Janssen, I. & Heymsfield, S. B. (2004). Metabolic syndrome in normal-weight Americans: new definition of the metabolically obese, normal-weight individual. Diabetes care, 27(9), 2222-2228. https://doi.org/10.2337/diacare.27.9.2222

Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

2 comments