El azúcar es un carbohidrato que encontramos actualmente hasta en los productos que menos nos imaginamos. De hecho muchos alimentos que consideramos «naturales» tienen azúcares añadidas. Y a pesar de que la industria alimentaria ya está obligada a especificar que un producto es alto en azúcar, las personas en general no conocen aun qué tanta cantidad de azúcar es nociva para la salud.
Un estudio reciente nos ayuda a entender que cualquier cantidad de azúcar es dañina. Y que dejando de consumirla en cualquiera de sus formas, mejoramos nuestra salud.
Promotor de condiciones crónicas
Las evidencias sobre la toxicidad del consumo periódico de azúcares que se ha estado acumulando en las últimas décadas ha ido permeando poco a poco en la medicina, la nutrición y en la población en general. Y es lógico cuando tomamos en cuenta que gran parte de las enfermedades crónicas relacionadas con el metabolismo se deben precisamente a la elevación en el consumo de azúcares procesadas. Estas abundan en muchos alimentos comerciales desde finales de la década de 1980, gracias al incremento en la producción y consumo de jarabe de maíz de alta fructosa, un azúcar mucho más barato y dulce.
Sin embargo, en las últimas décadas, conforme se descubren los mecanismos por los cuales esta azúcares causan daño metabólico, su consumo lenta pero inexorablemente se ha ido reduciendo, gracias en gran parte a los esfuerzos de expertos que se han dedicado a dar a conocer estos descubrimientos.
De hecho en Cuídate Hoy ya hemos abordado en varias ocasiones el tema en distintos artículos que te recomendamos leer:
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La toxicidad del azúcar
Uno de estos expertos es el Dr. Robert Lustig, neuroendocrinólogo pediátrico y autor del bestseller Fat Chance. Lustig es uno de los principales promotores de la eliminación de las azúcares añadidas, y específicamente de todas las formas de fructosa, el tipo de azúcar presente en los endulzantes calóricos que se utilizan en la industria alimentaria, y que originalmente solamente existe en las frutas.
Como explica el Dr. Lustig, la fructosa es especialmente tóxica debido a que es metabolizada casi exclusivamente en el hígado y, a diferencia de la glucosa, tiende a acumularse en ese órgano. En esto es similar al metabolismo del alcohol. Y de la misma forma, causa daño hepático que va mermando con el tiempo la salud.
La fructosa, al igual que la glucosa es un tipo de carbohidrato simple. La glucosa se encuentra en todos los alimentos que contienen carbohidratos, especialmente en los productos derivados de los granos refinados, como las pastas y el pan. Esta sin embargo, puede ser metabolizada por casi todas las células del organismo, y en cantidades moderadas el cuerpo puede administrarla eficientemente.
Sin embargo, el caso de la fructosa. Y un estudio reciente nos da una mejor idea del daño que causa.
Restringir el azúcar mejora la salud
Publicado el año pasado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, el estudio supervisado por el Dr. Lustig y llevado a cabo en la Universidad de California San Francisco, estudió el efecto de la restricción de azúcar en la alimentación de un grupos de niños por solamente nueve días.
La idea era encontrar el vínculo entre el consumo de este carbohidrato simple y los mecanismos generadores de problemas de salud asociados con el síndrome metabólico: la de novo lipogénesis o acumulación de grasa derivada del metabolismo de la fructosa, y la glicosilación no enzimática, es decir la acumulación de glucosa en las células, un marcador de daño metabólico relacionado con la diabetes.
Y los resultados del estudio no pudieron haber sido más claros; porque con solamente restringir por nueve días las azúcares en un grupo de 20 niños diagnosticados con obesidad y síndrome metabólico, sin reducir su consumo calórico general, sus marcadores de salud metabólica mejoraron sustancialmente.
La glucosa es mala, pero la fructosa es peor
Específicamente este estudio reemplazó las calorías que los niños habitualmente consumían con contenido de azúcares, por alimentos igual de calóricos pero con contenido de glucosa. En este caso la glucosa que reemplazó a la fructosa fueron alimentos ricos en carbohidratos refinados como harinas y pastas, los que se conocen como almidones.
Y como ya sabemos, los carbohidratos refinados no son alimentos saludables. Sin embargo, el estudio se centró en analizar los efectos específicamente del metabolismo de los azúcares en comparación con los otros tipos de carbohidratos refinados. Y los resultados indicaron que, aunque estos últimos no dejan de ser promotores de problemas metabólicos, los azúcares por sí solos son mucho más dañinos.
Como el mismo Dr. Lustig lo explica, «no les dimos a estos niños comida saludable, les dimos comida que les gusta comer, pero eliminamos todo tipo de azúcar». Lustig explica que, por ejemplo, en lugar de un pastelito o unas galletas, les dieron un bagel elaborado sin azúcar. Y cambios similares en el resto de sus comidas.
Y solamente con este cambio, después de nueve días los niveles séricos de D-lactato, un derivado del metabolismo de la fructosa que indica acumulación de grasa hepática, se redujeron a la mitad en la mitad de los participantes del estudio. Y algo similar sucedió con las medidas de resistencia a la insulina.
Resumen: deja el azúcar ya
¿Necesitamos explicar más?
El azúcar en todas sus formas es tóxico. No es un carbohidrato necesario (de hecho ningún carbohidrato lo es, si nos ponemos estrictos) y además su consumo afecta la salud independientemente de la cantidad. De modo que su consumo habitual mucho más.
Así que, deja los azúcares y tu salud mejorará. Ya después haces lo demás.
JumpstartMD (2019). Robert Lustig – What is Metabolic Syndrome Anyway?. https://youtu.be/zx-QrilOoSM
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