Todos sabemos que dormir bien es muy importante para la salud física y mental. Aunque aun existan por ahí personas que aseguran que dormir no es necesario, la literatura científica moderna reconoce y sigue descubriendo más sobre los distintos roles de dormir en el funcionamiento del cuerpo y la mente.
Y aunque distintas personas tienen capacidades diferentes de aprovechar sus horas de sueño, el consejo basado en evidencia es de preferencia dormir de 7 a 9 horas al día.
Sin embargo, el estilo de vida moderno de un gran porcentaje de la población no hace posible el ideal de 8 horas de sueño al día, y no dormir bien nos puede afectar en variadas formas, una de ellas es el típico «levantarte con el pie izquierdo».
Despertarte negativ@
Esa noción conocida de levantarnos de mal humor, o de que nos levantamos con el pie izquierdo, no es solamente un mito o una excusa para justificar que no tenemos las ganas de hacer las cosas que tenemos que hacer en el día. O de hacerlas bien. Estudios ya han corroborado que este es uno de los efectos de no dormir bien: la falta de sueño aumenta la inhibición y la impulsividad a los estímulos negativos.
Uno de esos estudios, llevado a cabo en el Sleep Research Centre de la Loughborough University, en Inglaterra, concluyó que una noche de pérdida de sueño laumenta la impulsividad que sentimos ante lo negativo que nos sucede e el día. En otras palabras, si no dormimos bien, casi cualquier cosa que consideremos «mala» que nos pase nos tenderá a poner de mal humor.
Pero si tuviste un sueño reparador además afecta tu capacidad de regular tus emociones en general, haciéndote tener un día en lo que todo lo ves como obstáculo, fomentando el círculo vicioso de la negatividad.
No eres tú sin dormir bien
Sobre el efecto del insomnio en el control emocional, los investigadores Andrea Goldstein y Matthew Walker, revisando la literatura cienctífica encontraron en 2014 que si no dormimos bien, comprometemos nuestra capacidad de regular y expresar las emociones adecuadamente.
Este efecto aplica tanto en pensamientos como en comportamientos, afectando tanto el lado positivo como el negativo. Es decir, no tenemos la misma capacidad de decidir adecuadamente basados en las emociones, y estas afectarán más de lo normal decisiones y comportamientos.
Así que de hecho hay días (esos en los que no duermes bien) en los cuales es mejor primero ir a «consultarlo con la almohada».
No dormir bien fomenta la negatividad, comprobado
Para corroborar todo lo que se ha investigado al respecto, la investigadora Sandra Tamm del Departamento de Neurociencia Clínica del Karolinska Institutet de Suecia llevó una una serie de estudios para su tesis doctoral.
La investigadora analizó los datos de 117 cerebros de participantes conseguidos mediante resonancias magnéticas y tomografías de emisión de positrones, para evaluar la actividad cerebral y sus mecanismos con relación a la pérdida de sueño, alergia y regulación emocional.
Los cinco estudios que llevó a cabo revelaron de hecho que las personas que sufren de pérdida de sueño son más tendientes a interpretar negativamente los estímulos emocionales, a lo que en psicología se le conoce como «sesgo de negatividad». Además, son mucho más tendientes a «pasar malos ratos» y se les hace más difícil regular sus respuestas emocionales.
Así que. Como puedas, pero busca dormir bien y nunca subestimes los beneficios de un sueño reparador. Tu mente, tu cuerpo y quienes te rodean te lo agradecerán. Por esto ya abordamos 5 claves para dormir bien.
Goldstein, A. N., & Walker, M. P. (2014). The role of sleep in emotional brain function. Annual review of clinical psychology, 10, 679–708. doi:10.1146/annurev-clinpsy-032813-153716
Tamm, S. (2019). A neuroimaging perspective on the emotional sleepy brain [Tesis Doctoral]. Dept of Clinical Neuroscience, Karolinska Institutet. http://hdl.handle.net/10616/46632
[…] a que, como ya hemos analizado, dormir es esencial en demasiados aspectos para nuestra salud, y los estudios cada vez encuentran más beneficios de mantener una agenda de sueño […]