En los últimos años, expertos han comenzado a conocer a la enfermedad de Alzheimer como Diabetes Tipo 3. La razón es la evidencia que se ha estado juntando en las últimas dos décadas sobre la relación entre la resistencia a la insulina y la diabetes con el desarrollo de la tan temida enfermedad que lleva a la degradación de la capacidad cognitiva, y que lamentablemente al igual que la diabetes, va en aumento en todo el mundo, especialmente en los países desarrollados y emergentes.
Ya en 2004, un estudio del Instituto de Genética del Comportamiento de la Universidad de Colorado, propuso que, independientemente de la tendencia genética, la dieta moderna alta en carbohidratos era la primera causa de Alzheimer por dos mecanismos: la distorsión del metabolismo de las grasas en el sistema nervioso central, y la excesiva y prolongada señalización de insulina/IGF que acelera el daño celular en neuronas cerebrales.
Azúcar y Alzheimer, la relación
Pero en 2012, la Dra. Rosebud Roberts, profesora de epidemiología y neurología de la Mayo Clinic, lideró un estudio que incluyó a casi mil personas, en el cual encontró que el grupo que consumió más carbohidratos tenía 80% más posibilidades de desarrollar defecto cognitivo leve (MCI), lo que lleva a la demencia, comparados con el grupo que consumió menos hidratos de carbono (azúcares y harinas refinadas).
Resultados similares se obtuvieron de un estudio de revisión llevado a cabo por la profesora de la New York University, Melissa Schilling, reportando que las personas con diabetes tipo 2 tienen el doble de posibilidades de desarrollar enfermedad de Alzheimer, incluyendo a los diabéticos tratados con insulina, sugiriendo que ésta hormona juega un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad mental.
Pero fue un estudio del 2018, publicado en el journal Diabetologia, el que corroboró que las personas con mayores índices de glucosa en sangre tenían mayor velocidad de declive cognitivo que las personas con índices glucémicos normales, fueran o no diabéticos. Y lo más importante de este estudio longitudinal es tomar en cuenta que analizó los datos de 5189 personas que se siguieron por 10 años.
Más azúcares, menos cerebro
Así que, en resumen, la evidencia de la relación entre el consumo de carbohidratos (promotores de hiperinsulinemia y diabetes) y el desarrollo de Alzheimer se amontona, sugiriendo que entre más carbohidratos refinados consumas, mayor tu posibilidad de desarrollar enfermedad cognitiva; desarrolles o no síndrome metabólico o diabetes en el proceso.
Roberts, R., Roberts, L., Geda, Y., Cha, R. H., et al. (2012). Relative intake of macronutrients impacts risk of mild cognitive impairment or dementia. Journal of Alzheimer’s disease, 32(2), 329–339. doi:10.3233/JAD-2012-120862
Schilling, M. (2016). Unraveling Alzheimer’s: Making Sense of the Relationship between Diabetes and Alzheimer’s Disease. Journal of Alzheimer’s Disease, 51(4), 961-977. doi: 10.3233/JAD-150980
Zheng, F., Yang, Z., Baoliang, Z. & Xie, W. (2018). HbA1c, diabetes and cognitive decline: the English Longitudinal Study of Ageing. Diabetologia, 61(4), 839-848. doi: 10.1007/s00125-017-4541-7
[…] refinada común. Si no dice 100% no es integral en realidad. Además, la harina integral solamente es menos dañina para el metabolismo que la común, y existen muchas mejores fuentes de fibra, como los vegetales […]
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[…] científica, y ya no solamente por los casos de éxito anecdóticos. Y es que cada vez se reportan más estudios los cuales, empleando intervenciones nutricionales con dietas bajas en carbohidratos, revirtieron […]