Salud

El coronavirus y las enfermedades crónicas

El coronavirus y las enfermedades crónicas
El nuevo coronavirus ya es epidemia; la información que nos llega por medios y redes sociales puede ser demasiada. ¿Qué es lo que necesitamos saber y entender para evitar que la situación empeore?

La epidemia del nuevo coronavirus que inició en China ya es oficialmente pandemia. El virus que provoca esta enfermedad, el SARS-CoV2, se sigue esparciendo por el mundo, como muchos expertos ya lo esperaban, y de forma similar a lo que ha sucedido con las anteriores epidemias comparables, incluyendo MERS en 2012 (34% de mortalidad) y SARS en 2003 (10% de mortalidad).

Sin embargo, el hecho de haber sido declarada pandemia no se refiere a que la epidemia sea más contagiosa o más mortal, sino simplemente que ya ha alcanzado el número de países que la OMS considera suficientes para ser clasificada de esa manera. Esto es útil por razones políticas y económicas, en cuanto a los esfuerzos posibles de los gobiernos para combatir el brote.

Y hasta hoy parece que este nuevo brote de coronavirus sí es mucho más grande en comparación con las pandemias más recientes; tanto en la velocidad con la que se esparce, como en la mortalidad que causa en los casos críticos. No obstante, esto es malinterpretado por la gente, lo que ha causado pánico innecesario que sin duda afecta la capacidad de los sistemas de salud para lidiar con la epidemia.

¿Quiénes mueren por el nuevo coronavirus?

Como ya se sabe, la infección por SARS-CoV2 en la mayoría de los casos resulta en síntomas leves o severos que eventualmente se recuperan. Aproximadamente el 5% de los casos confirmados llegan a ser críticos. En estos, la tasa de fatalidad por infección de COVID-19 es de 50%. La gran mayoría de dichos casos críticos se presentan en mayores de 60 años. Sin embargo la mayoría de las muertes se presentan específicamente en personas no solamente de edad avanzada, sino quienes además tienen una o varias enfermedades o condiciones crónicas preexistentes.

Según un reporte de 72,314 casos del CDC de China, 10.5% de los casos mortales por el nuevo coronavirus tenían alguna enfermedad cardiovascular, 7.3% diabetes, 6.3% enfermedad respiratoria crónica, 6.0% hipertensión, y 5.6% cáncer. En otras palabras: el COVID-19 es mortal casi exclusivamente en personas de la tercera edad con alguna o varias enfermedades crónicas.

Esto quiere decir que, si bien la edad avanzada es riesgo de muerte por infección de SARS-CoV2, los adultos mayores con muchas más probabilidades de morir son quienes padecen de alguna o varias condiciones crónicas.

Y lamentablemente hoy muchas personas de la tercera edad (y no tan de la tercera edad) padecen de una o varias de estas condiciones.

Población vulnerable a COVID-19

Lo que sí debería preocuparte

La pandemia de COVID-19 sí es un gran problema para el mundo y una razón de preocupación para todos. Lamentablemente la cantidad de información que hoy abunda gracias a la hipercomunicación que ha permitido internet, hace que la información realmente importante en cuanto a la pandemia no sea necesariamente la que las personas conocen, entienden y ponen en práctica.

Todo lo que nos dicen los estudios de la epidemia hasta ahora, indica que lo importante es evitar que el virus se disemine no porque todo el mundo vaya a morir si se contagia; eso ya sabemos que no es el caso. Para bien y para mal.

Para bien porque, la realidad es que la gran mayoría de las personas contagiadas, o no desarrollarán síntomas o se recuperarán de los mismos. Para mal, porque así es mucho más fácil que la infección llegue a la población vulnerable: nuestros adultos mayores con enfermedades crónicas.

Por esto es necesario aplicar, en las medidas necesarias según las circunstancias, los hábitos que evitan que la pandemia afecte demasiado los sistemas de salud y la economía. Porque es la naturaleza de una epidemia seguirse esparciendo. Pero eso no quiere decir que no se pueda manejar.

La pandemia de coronavirus

Lo que debes hacer y lo que no ante el nuevo coronavirus

No se trata de cuarentena, ni de dejar de hacer todo lo que necesitas hacer. No se trata de utilizar cubre bocas en todo momento, ni de no convivir con nadie. Ni siquiera se trata de no saludar a nadie de beso y abrazo. Todo esto ha sido generalizado y malinterpretado, porque no necesariamente se debe aplicar igual en toda circunstancia.

Pero, por una parte, mientras las personas no entiendan bien cómo funciona esta pandemia, esta malinterpretación puede servir de algo. El problema es que también afectará la vida y la economía de maneras que pudieron evitarse con la información adecuada, es decir sin pánico y sobreactuación en las circunstancias en las que puede resultar contraproducente.

1. No asistas a lugares concurridos

Entre más personas, más cerca una de otra, y más desconocidos, mayores posibilidades tienes de contagiarte de COVID-19, presenten o no las personas síntomas. Así que, si no es estrictamente necesario, no asistas a reuniones o eventos en los cuales convivas muy de cerca con personas que no sabes con qué otras personas conviven, especialmente si en tu comunidad ya se sabe existen casos confirmados de coronavirus, y si el evento es en lugar cerrado.

Esto no quiere decir que evites juntas de trabajo, pláticas necesarias para tu vida o tu trabajo, o convivencia de grupos de conocidos en lugares abiertos, y mucho menos si en tu comunidad aun no se conocen casos de COVID-19. Es muy importante utilizar adecuadamente el criterio con la información adecuada segun las circunstancias, porque considerar toda interacción posible contagio también afecta tanto a las personas en particular, como a la sociedad y al sistema socioeconómico en general.

2. Mantén la “sana distancia”

Esto no quiere decir que te debes mantener en todo momento en toda circunstancia a 2 metros de cualquier persona. La recomendación racional en caso de que en tu comunidad no haya casos confirmados, es mantener la sana distancia de cualquier persona CON SINTOMAS, no de cualquier persona en general. Esta recomendación aplica especialmente a las personas adultas mayores con o sin síntomas porque son las más vulnerables, especialmente si padecen de alguna enfermedad crónica.

Mantener esa distancia no aplica en realidad a personas menores de 50 años sin síntomas en una comunidad donde no se han confirmado casos. Si lo deseas hacer por la idea de que puedes contagiarte de una persona asintomática y no eres una persona en la edad y las circunstancias vulnerables, estás tomando precauciones extra, no necesarias en realidad. Sin embargo, para practicidad del mensaje en la comunidad, no siempre se especifica esto.

Esto incluye, racionalmente, la indicación de “no saludar de beso y/o abrazo”. Es regla para saludar a extraños y a tus colegas en el trabajo, especialmente si en tu comunidad ya se confirmaron casos de la infección; y en el caso de las personas de la tercera edad para evitar la posibilidad de contagiarlos sin darnos cuenta. Pero en el caso de personas sanas menores de 50 años sin síntomas, sin enfermedades crónicas, que no tienen mucho contacto con extraños y que ya están tomando las medidas preventivas adecuadas, si decides en esos casos también mantener la distancia, es solamente precaución extra.

3. Permanece en casa todo lo que puedas

Sin llegar al nivel de la cuarentena o la paranoia de comprar despensa para el siguiente apocalipsis zombie, permanecer todo el tiempo posible en tu casa y salir solamente para lo necesario como el trabajo o los menesteres de la vida diaria es lo mejor que puedes hacer para evitar contagiarte tú y contagiar a otros aunque a tí no te haga daño el virus, minimizando así el impacto sobre el sistema de salud cuando más personas resulten contagiadas y comiencen a acudir a los hospitales.

En la medida de lo posible, esto implica trabajar desde casa si tu profesión o empleo lo permiten, salir al mandado o a lugares donde haya mucha gente solamente si es necesario, ejercitarte en casa y ya no hacerlo en el gimnasio, o mejor aún, al aire libre en espacios amplios. Disfrutar del tiempo a solas, leer, ver películas o series como entretenimiento, practicar hobbies que no requieran convivencia con otras personas, convivir más con tu familia y amigos cercanos sin tener que salir por diversión, etc.

Un poco de asocialidad no le viene mal a nadie. Puede servirte para aprender a disfrutar el tiempo contigo mism@ y con tu familia. Y por favor, evita ocupar ese tiempo consultando tus redes sociales. Hay muchas razones por las cuales estar demasiado al tanto de lo que la gente o los medios informativos dicen solamente puede empeorar la situación generando pánico innecesario.

Laverte las manos seguido

4. Refuerza tus hábitos de higiene

Si antes no lo hacías tan seguido, es hora de lavarte las manos adecuadamente después de haber tocado superficies que otras personas tocaron. Esto, igual, especialmente si convives con personas de la tercera edad y vulnerables a la infección por COVID-19. Esta recomendación tampoco significa que si tú casi no sales de tu casa te vas a infectar solamente porque agarraste tus cobijas y te tocaste la cara. Pero si saliste a la plaza comercial y tocaste barandales, carritos del mandado, etc., llegando a tu casa deberías lavarte bien las manos antes de tocarte la cara.

Medios de transmisión

El coronavirus puede vivir desde varios minutos hasta algunos días en ciertas superficies dependiendo de las circunstancias del ambiente. Esto no quiere decir que en toda circunstancia el virus permanece días en un lugar. A este le afecta tanto la temperatura como la luz solar, el nivel de humedad y el tipo de superficie, de manera que son solamente ciertas circunstancias específicas las que le permiten permanecer activo durante varias horas o hasta días.

Y no, este tipo de virus no se queda en el aire, ni sobrevive a la intemperie en exteriores por mucho tiempo, de manera que difícilmente te contagiarás solamente porque camines por la banqueta por donde caminó alguien contagiado. Puede permanecer algunas horas en el aire solamente en espacios cerrados y sin  mucho movimiento del aire.

Lo importante de tomar en cuenta, además de evitar lugares cerrados con muchas personas, es ser consciente de qué lugares tocaste, porque muchas veces al día nos llevamos las manos a la cara, y el virus puede entrar el organismo a través de la nariz, la boca y los ojos. El virus además también se encuentra en las excreciones, así que el lavado de manos en todo momento, y no solamente después de ir al baño y antes de comer, es crucial.

¿Utilizar cubrebocas o no?

El principal medio de infección por COVID-19 es el contacto directo con partículas exhaladas por una persona infectada a poca distancia, lo cual podemos alcanzar a respirar, de modo que entra a nuestras vías respiratorias y avanza a los pulmones, donde afecta la salud. Para evitar esto, no es necesario vestir cubre bocas y máscara con filtro en todo momento, a menos que tengas habitualmente contacto cercano con personas infectadas.

Todas las mayores autoridades en epidemiología refuerzan este punto porque, mientras no sea en realidad necesario, que las personas en general adquieran estos protectores, minimizará el acceso a éstos a quienes sí los requieren, como los trabajadores de la salud, especialmente en caso de contingencia mayor. Además, los cubrebocas comunes son útiles solamente para que las personas ya infectadas no esparsan tan fácilmente el virus, y no evitan que inhales el patógeno de alguien que estornuda frente a tí. De esta forma, la sensación de seguridad de utilizar cubrebocas puede ser contraproducente.

Así que, en resumen: lávate las manos seguido, especialmente después de haber tocado superficies que no sabes estén libres del patógeno, mantén limpias superficies, utensilios y artículos que de una forma u otra pudieron estar en contacto con personas extrañas o en lugares que pudieron estar contaminados, y tose y estornuda utilizando el brazo como escudo para evitar esparcir el virus, estés o no infectado. Y evita tocarte la cara, especialmente la boca, la nariz y los ojos, sin antes haberte lavado las manos adecuadamente.

5. Refuerza tu sistema inmune contra el coronavirus

Dejamos al final este punto, pero no porque sea el menos importante, sino porque en primera instancia para evitar el colapso del sistema de salud y la vida en sociedad, seguir los primeros cuatro puntos es absolutamente necesario, siempre en la medida apropiada.

Sin embargo, independientemente de esos cuatro puntos, por más importantes que sean, en esta y cualquier otra pandemia, si antes no te preocupaste tanto por mejorar tu salud, es hora de hacerlo para mejorar la capacidad de tu sistema inmune de lidiar con la enfermedad y la inflamación.

Es un hecho que muchas más personas se infectarán de COVID-19 en todo el mundo, independientemente de las medidas que tomen. Sin embargo, esto no es razón de pánico porque ya sabemos que en la mayoría de los casos solamente desarrollarán síntomas leves similares a una gripe común. Y esto es especialmente cierto entre mejor funcione el sistema inmune que se encarga de defender al cuerpo de patógenos como este nuevo coronavirus.

¿Y cómo se refuerza el sistema inmune? Con una alimentación saludable, la eliminación de alimentos ultraprocesados y basados en carbohidratos refinados, y un nivel de actividad física moderado que ayude a disminuir las posibilidades de desarrollo o aumento de enfermedades en general y enfermadades crónicas en específico.

Tercera edad, los vulnerables

En conclusión

La mejor manera de contribuir para que esta pandemia no afecte más aún la vida, la economía y la salud es evitar el pánico y la malinterpretación de indicaciones e información. Además, es crucial entender que la población vulnerable a la infección son los adultos mayores, a quienes debemos cuidar de no contagiar, manteniéndonos a distancia especialmente de ellos, y llevando a cabo las recomendaciones oficiales en base a esto, y no en base a creencias que pueden resultar contraproducentes para la sociedad y para el sistema de salud.

¿Cuál es la mejor forma de cuidar a nuestros adultos mayores? Manteniéndo vigilancia de su salud y alimentación, pero no visitándolos tan seguido por el tiempo que dure esta epidemia. Hay que especialmente tomar en cuenta que los niños son prácticamente inmunes a la epidemia, de manera que pueden fácilmente transmitirles la enfermedad, así que hay que evitar llevarle los nietos  a los abuelos por algunos meses. Y no olvidemos que la nutrición con alimentos y suplementos saludables y antiinflamatorios es clave para prevenir y lidiar con la infección por SARS-CoV2, tema en el que abudaremos en otro artículo.

Como los verdaderos expertos aconsejan: hay que mantenernos alerta pero no ansiosos, ni mucho menos en pánico. Esto es lo que “aplana la curva” de efecto de la infección del coronavirus, y cualquier otra epidemia similar. Lo que es básico para poder lidiar adecuadamente con esta pandemia. Y para evitar que los adultos mayores con enfermedades crónicas aumenten el número de fatalidades.

 

Referencias
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Kuba, K., Imai, Y., Rao, S., Gao, H., et al. (2005). A crucial role of angiotensin converting enzyme 2 (ACE2) in SARS coronavirus–induced lung injury. Nature medicine, 11(8), 875-879. https://doi.org/10.1038/nm1267
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Wu, Z., & McGoogan, J. M. (2020). Characteristics of and important lessons from the coronavirus disease 2019 (COVID-19) outbreak in China: summary of a report of 72 314 cases from the Chinese Center for Disease Control and Prevention. JAMA. http://doi.org/10.1001/jama.2020.2648
Zhang, J. J., Dong, X., Cao, Y. Y., Yuan, Y. D., et al. (2020). Clinical characteristics of 140 patients infected by SARS‐CoV‐2 in Wuhan, China. Allergy. https://doi.org/10.1111/all.14238

Nelson Razo

Nutriólogo y divulgador de la ciencia enfocado en salud metabólica y promoción de la salud pública. Experto en branding y marketing digital que disfruta del running, la lectura y la investigación.

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