Nutrición Salud

Alimentos orgánicos, ¿más saludables en realidad?

Alimentos orgánicos
¿Son los famosos alimentos orgánicos realmente más saludables que sus versiones convencionales y baratas? La respuesta no es tan simple, pero importante de entender por nuestra salud.

En las ultimas décadas, a la par del aumento en la incidencia y prevalencia de las enfermedades crónicas en todo el mundo, y especialmente en los países desarrollados y emergentes, ha surgido una categoría de productos alimenticios conocida como los alimentos orgánicos.

El surgimiento y la promoción en el mercado de este tipo de productos es respuesta a que la epidemia de condiciones crónicas de las ultimas décadas se debe a una dieta globalizada moderna basada en alimentos comercialmente procesados, los que se han ido alejando de la alimentación natural y saludable.

Los alimentos orgánicos son parte de un enfoque alimenticio que trata de rescatar esta alimentación lo mas cercana a lo natural, con productos alimenticios en los cuales se emplee la menor intervención industrial posible.

Alimentos orgánicos: oportunidad de negocio

Al existir un porcentaje de personas interesadas en adoptar esta idea, y preocupadas por las características adversas para la salud y las deficiencias que presentan muchos alimentos ultraprocesados, los alimentos orgánicos se han convertido en una gran oportunidad de negocio. De modo que, hoy podemos encontrar en casi cualquier supermercado opciones de productos que ostentan la palabra “orgánico” y que generalmente se consideran más saludables.

Y a pesar de que es común que estos alimentos sean considerablemente más costosos que sus versiones no orgánicas, estos productos poco a poco han conseguido una cada vez más considerable cuota de mercado. Este mercado, dispuesto a pagar más por la idea de orgánico y saludable, ha multiplicado las opciones, lo que en consecuencia ha dado oportunidad a ciertos productos de ofrecerse como orgánicos cuando no lo son.

Además, la propia idea de producto orgánico mejor que industrializado se promueve a veces de manera errónea, confundiendo a las personas o promoviendo ideas que no son ciertas sobre estos productos.

El negocio de los porductos orgánicos

¿Qué es orgánico?

Desde el punto de vista biológico, orgánico se refiere a que un producto alimenticio ha sido producido con mínimas o nulas prácticas industriales que implican principalmente el empleo de sustancias químicas, producidas industrialmente para mejorar las condiciones del suelo, de crecimiento y desarrollo, así como de procesamiento. Por ejemplo, los vegetales orgánicos son aquellos en los cuales no se emplearon ni fertilizantes ni químicos industrialmente elaborados. No quiere decir que sean vegetales en los cuales no se emplearon fertilizantes o insecticidas, sino que estos no fueron industriales, sino “naturales”.

Desde el punto de vista comercial, con orgánico nos referimos a un producto que cumple con ciertas normas establecidas por instituciones que se encargan de evaluarlos para determinar si merecen los sellos oficiales de esta denominación. De manera que, un producto puede considerarse orgánico o haber sido en general producido orgánicamente, pero no contar con el sello oficial. Con esto no quiere necesariamente decir que no lo sea, sino que no ha pasado por la evaluación, o no se ha sometido a esta para obtener su sello oficial.

De modo que, un producto puede ser orgánico, pero no contar con el sello. Al mismo tiempo, puede considerarse orgánico pero no cumplir con alguna de las características de orgánico. Por otro lado, si cuenta con el sello, al menos es garantía de que ha cumplido con lo que establecen las instituciones que evalúan para dicha certificación.

¿Por qué existen productos que pueden ser orgánicos pero no contar con el aval? Simple: porque conseguir el sello oficial lleva un proceso que requiere inversión. Y no todos los productores cuentan con el tiempo o el presupuesto para pasar por dicho proceso.

Respuesta a una necesidad real

Conforme la mayoría de la dieta de cada vez más países depende de alimentos ultraprocesados, baratos de producir y abundantes en calorías pero al mismo tiempo bajos en variedad y calidad de nutrientes, los alimentos orgánicos son una forma de solucionar este problema de salud pública.

Los alimentos orgánicos, aunque no necesariamente contienen más micronutrientes o mejoran la salud en el corto plazo en comparación con los producidos industrialmente, tienen una gran ventaja cuando tomamos en cuenta la perspectiva evolutiva.

Independientemente de que para su producción no se utilizan (o se utilizan menos) compuestos químicos producidos industrialmente como insecticidas o fertilizantes (que de una forma u otra terminan en nuestro organismo), los alimentos producidos orgánicamente son de mayor calidad nutricional porque “no tuvieron una vida fácil”.

Vegetales orgánicos

El poder de los alimentos orgánicos

Los vegetales producidos orgánicamente, tengan o no mayor contenido de los nutrientes y micronutrientes conocidos (aminoácidos y ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales), contienen otros compuestos que no están presentes o están presentes en mucho menores proporciones en los vegetales producidos industrialmente.

Estos compuestos, conocidos en general como fitonutrientes, son químicos que producen las plantas y que son útiles para la salud humana, pero como efecto secundario. Estos fitoquímicos son producidos por las plantas como manera de defensa ante el estrés que significa la escases de nutrientes o la presencia de depredadores naturales.

Con ayuda de fertilizantes e insecticidas, y sin la competencia de otras plantas en el mismo espacio, los vegetales producidos comercialmente no producen las cantidades útiles de fitonutrientes que el ser humano evolucionó para aprovechar de las plantas como antioxidantes y promotores de la salud de largo plazo.

De aquí que ciertos estudios que han comparado alimentos orgánicos con alientos producidos industrial y convencionalmente (dicho sea de paso, patrocinados por industrias o instituciones que buscan desacreditar para su provecho la utilidad de los productos orgánicos), reportan que ambos tipos de vegetales pueden aportar los mismos nutrientes al organismo. Y ténicamente puede ser cierto.

Sin embargo, estos estudios no toman en cuenta compuestos que no son nutrientes para el organismo humano, pero actúan de otras formas en la promoción de la salud o la reducción del daño del estilo de vida moderno.

La popularidad del movimiento paleo

El entendimiento de los beneficios de los alimentos lo más cercano a su estado original antes de la industrialización o inclusive de la adopción de la agricultura, es en gran parte lo que ha promovido la popularidad de estilos de alimentación como la conocida dieta paleolítica.

Aunque el concepto es en realidad ambiguo y puede considerarse en varios grados de “paleolítica”, el concepto general de este estilo alimenticio se basa en el consumo de alimentos lo más cercanos en características de los que consumieron nuestros ancestros por cientos de miles de años.

Estos alimentos, al no ser industrializados o siquiera producidos especialmente para el consumo humano (como el caso de los vegetales cultivados o los animales domesticados), contienen nutrientes y además fitonutrientes. De este modo, la dieta paleo promueve el consumo de lo que ahora conocemos como alimentos orgánicos.

Si embargo, y por practicidad, una dieta paleo no necesariamente es una dieta orgánica. Aunque estrictamente debería serlo. De modo que muchas personas inician paleo con alimentos producidos industrialmente y gradualmente avanzan a la sustitución de la mayoría de los mismos por alimentos cada vez más naturales y orgánicos.

El gran pero de los alimentos orgánicos

Como analizamos, los productos orgánicos son mejores para nuestra salud en comparación con los producidos industrialmente. Además en varios aspectos son mejores también tanto para la distribución de la riqueza como para la sustentabilidad del medio ambiente. Sin embargo, al menos por ahora, los alimentos orgánicos tienen algunas desventajas que necesitamos tomar en cuenta a la hora de considerarlos.

  • Al nivel de tus posibilidades: Orgánico casi siempre costará más que industrial. Por obvias razones de capacidad y tiempo de producción, los alimentos orgánicos no pueden ser elaborados o producidos en las cantidades suficientes como para que su precio sea igual de accesible que los industriales. Al producirse en grandes cantidades a menores costos, los productos no orgánicos son más accesibles para la mayoría de la población, mientras que los orgánicos hasta ahora solamente son accesibles para un mercado con mayor capacidad de compra, que puede pagar hasta el doble (o a veces más) por, por ejemplo, una cartera de huevos o un kilo de espinacas orgánicas.
  • El sello no lo hace totalmente orgánico: Para cumplir con la certificación, algunos productos orgánicos lo hacen aprovechando que las especificaciones requeridas, las cuales en algunos puntos ofrecen un margen de en realidad no tan orgánico. Ciertos aspectos de la producción industrial son permitidos por las reglas de ciertas instituciones avaladoras que hasta cierto punto permiten que un producto ostente el sello de orgánico, pero que estrictamente no lo sería. Entre estos están el empleo de cierto porcentaje de fertilizantes o insecticidas industriales, la utilización de maquinaria o técnicas industriales hasta cierto grado o en cierto porcentaje de la cadena de producción, etc. De modo que si queremos orgánico estricto, no necesariamente lo conseguimos en productos que cuentan con sello oficial.

Carnes orgánicas

Alimentos orgánicos y accesibles

No obstante lo anterior, los productos pueden ser orgánicos, o lo más cercano a orgánicos, con sus beneficios o la mayoría de ellos, y al mismo tiempo accesibles a mucho mayor porcentaje del mercado. Para esto se requiere impulso tanto de la iniciativa privada como de los gobiernos y sistemas socioeconómicos.

Los alimentos orgánicos pueden ser mayor negocio del que son ahora si se impulsan en las regiones que se prestan para su producción. En este sentido, el impulso a la producción local y al consumo de estos alimentos en las localidades, por encima de los productos industrializados es crucial.

Como también lo es el impulso de la educación de la población en salud y nutrición, así como la promoción de la autoproducción en los lugares que se presten para que las familias produzcan sus propios alimentos orgánicos y dependan cada vez menos de los alimentos ultraprocesados.

Conclusión

Un alimento realmente orgánico sí es más saludable; pero también existen niveles de orgánico, y algunos alimentos orgánicos y comunes son muy similares en sus propiedades nutricionales.

Además, aunque no sean orgánicos, que tus alimentos sean naturales mínimamente procesados ya los hace más saludables que los alimentos ultraprocesados.

Y con con los efectos de la pandemia, ahora corroboramos la importancia se alimentarnos más saludablemente.

 

Referencias
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Nelson Razo

Nutriólogo y divulgador de la ciencia enfocado en salud metabólica y promoción de la salud pública. Experto en branding y marketing digital que disfruta del running, la lectura y la investigación.

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