Es una lamentable realidad que la nutrición moderna no es la más completa y saludable. Aunque tenemos alimentos con demasiadas calorías, ya sea por falta de tiempo, dinero, y principalmente de cultura nutricional, la mayoría de las personas no consiguen los suficientes micronutrientes para una salud integral. Una de las consecuencias de esto es la epidemia de enfermedades no transmisibles que siguen en aumento, como el Síndrome Metabólico, la obesidad y las enfermedades cardiacas.
Por esta razón, además de por la mala costumbre de las personas de buscar soluciones fáciles y porque es un gran negocio para las empresas productoras, es que son tan populares los suplementos alimenticios, entre ellos los multivitamínicos (MVMs), los cuales prometen proporcionarte los nutrientes que no consigues en tu alimentación normal.
Pero ¿qué tan efectivos son en realidad los suplementos y multivitamínicos? Estos son consumidos ya casi por tradición por muchas personas y recetadas por muchos médicos, sin preguntarse si quiera si hacen la diferencia en su nutrición diaria. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto en gran duda la efectividad de estos productos que se anuncian casi como milagrosos para nuestra salud.
¿Qué es un suplemento alimenticio?
Un suplemento alimenticio es cualquier sustancia que puedes utilizar para añadir nutrientes a tu dieta o para reducir el riesgo de algún problema de salud. Vienen en variadas formas como píldoras, cápsulas, polvos, extractos, líquidos, gomitas. Pueden ser de origen natural o sintético y, aunque algunos son elaborados artesanalmente, la mayoría son producidos comercialmente.
Se estima que en Estados Unidos el 68% de la población toma algún suplemento (un negocio de 133 mil millones de dólares), y el porcentaje va en aumento en los países latinoamericanos, de modo que en México ya es una industria de casi 11 mil millones de pesos anuales.
Como lo especifica la Dra. Carol Haggans, consultora científica y de comunicación de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, «los suplementos pueden ser utilizados para llenar agujeros en tu dieta», y pueden contener vitaminas, minerales, fibra, aminoácidos, enzimas, ácidos grasos, y otras sustancias. También pueden ser añadidos a los alimentos procesados, en cuyo caso se le denomina alimentos fortificados, aunque el término puede ser engañoso.
El punto a recordar es que los suplementos no son medicamentos. Si dicen que curan algo, cuidado con ese producto, y con tu tendencia a creer en esa afirmación.
Muchas vitaminas en una sola píldora
Puede que algún día podamos (o necesitemos) consumir todo lo que el cuerpo necesita en una sola pasta parecida a la avena, como en The Matrix. Pero ese suplemento alimenticio aun no existe. Por esto son tan vendidos muchos suplementos, y los más consumidos siguen siendo las vitaminas, especialmente los famosos multivitamínicos.
Por razones que ahora sabemos estaban erradas, las vitaminas como suplemento se hicieron muy populares y un gran negocio, de manera que se convirtió casi en una tradición relacionar directamente las vitaminas con la prevención o la cura de varias enfermedades. Y aunque nuestro cuerpo de hecho requiere de vitaminas para combatir enfermedades y para el óptimo funcionamiento, el efecto benéfico real de las vitaminas suplementadas ya se ha descubierto que no solo es mínimo o inexistente, sino que además en ciertos casos algunos suplementos vitamínicos son dañinos para la salud, al punto de fomentar cáncer.
Sí, ve editando tus creencias sobre los suplementos vitamínicos y hazte a la idea de que no son lo que promueven en sus anuncios y etiquetas. Si te benefician es mínimamente y no se compara con las vitaminas que puedes conseguir de una dieta de alimentos reales, saludable y variada.
¿Por qué se venden tanto los suplementos multivitamínicos?
Hoy sabemos que hay muchas complicadas relaciones entre las vitaminas y los minerales, y la solución para aprovecharlas no es tan simple como comprar el MVM que clame contener todo lo necesario. Sin embargo, su consumo sigue no solo estable, sino que va en aumento en el mundo. ¿Por qué?
Los doctores Farin Kamangar del Departamento de Análisis de la Salud Pública de la Morgan State University, y Ashkan Emadi de la Johns Hopkins School of Medicine lo resumen en cinco puntos:
- La creencia en el uso de vitaminas tiene raíces profundas. A finales de los 80’s, algunos científicos reconocidos promovieron el uso de vitaminas y suplementos, y los medios de comunciación esparcieron la información.
- A diferencia de los medicamentos, investigación en humanos no es requerida para probar que los suplementos son seguros y efectivos. Solamente cuando se encuentra que un suplemento no es seguro, se puede detener su distribución.
- Existe mucha publicidad engañosa y poco precisa en los medios. Lo que es de esperarse ya que solamente los suplementos multivitamínicos son un negocio de 27 mil millones de dólares anuales.
- Muchos creen que los MVMs, si no son útiles, al menos no hacen daño. Ahora sabemos que en ciertas circunstancias sí lo son.
- Cada vez más personas desean mejorar su salud e incrementar su longevidad, y evitar alimentos sabrosos pero poco saludables puede ser difícil. Sin embargo, tomarse una píldora una vez al día es muy fácil.
Nada como la comida natural
Aunque muy seguramente el consumo de MVMs seguirá en los países desarrollados y aumentará en el resto del mundo, la realidad es que puedes conseguir todas las vitaminas y demás nutrientes que necesitas alimentándote naturalmente.
“Las píldoras no son un atajo para tu salud y para la prevención de enfermedades crónicas,” asegura el Dr. Larry Appel, director del Centro Welch para Prevención, Epidemiología e Investigación Clínica de Johns Hopkins. por esto, el Dr. Appel no toma suplementos vitamínicos rutinariamente. “Trato de comer mis tres comidas al día para conseguir las vitaminas, minerales y demás nutrientes que necesito», asegura. Pero ¿cómo lo consigue?
No necesitas suplementos multivitamínicos si…
- Consumes suficientes vegetales. Tus mejores amigas para que no te falten las vitaminas pueden ser las ensaladas. Come las frutas naturales, no en jugo, y procura que todas tus comidas tengan al menos 1/3 de vegetales verdes o coloridos.
- Consumes alimentos mínimamente procesados y de preferencia naturales. Los alimentos procesados comercialmente pierden muchos de sus nutrientes como vitaminas, calcio, magnesio y potasio, así que procura que la mayoría de tus comidas se basen en alimentos que no hayan sido elaborados industrialmente. Ya abordamos este tema en nuestro artículo Despídete de los Alimentos Procesados.
- Consumes suficiente proteína. Muchos micronutrientes, incluidas vitaminas, minerales y omegas abundan en las proteínas de origen animal. Asegúrate de incluir huevo, carne de pollo, pescado, y carnes rojas de preferencia de animales alimentados con pastos y no con granos. Si tu dieta es vegana o vegetariana, consume más vegetales crucíferos como brócoli, coliflor y coles de bruselas y supleméntate con vitamina D y B12, y otros nutrientes que no se encuentran o son mínimos en alimentos vegetales. Ya abordamos también este tema.
No hay atajos para la salud integral
Toda esta información es muy importante, sin embargo hazte a la idea de que enfocar tus esfuerzos y tu presupuesto en inscripción al gimnasio y tomar caros multivitamínicos y suplementos es inútil y nunca llevará a mejoras de largo plazo en tu salud, si no los combinas con un cambio real en tu nutrición y estilo de vida.
Además recuerda que la definición de qué es un suplemento alimenticio depende mucho de la reglamentación de cada país y en realidad no existe un consenso que regule eficientemente a esta industria, lo que hace a muchos suplementos no solamente engañosos sino además dañinos para la salud personal de quienes los consumen, y en general para la salud pública, mientras las personas sigan prefiriendo soluciones fáciles en lugar de aprender a alimentarse adecuadamente.
Berry, K. (2019). Lies my doctor told me: Medical myths that can harm your health. Auberry: Victory Belt.
Dwyer, J. T., Coates, P. M., & Smith, M. J. (2018). Dietary Supplements: Regulatory Challenges and Research Resources. Nutrients, 10(1), 41. doi:10.3390/nu10010041
Fillmore, CP., Bartoli, L., Bach, R & Park, Y. (1999). Nutrition and Dietary Supplements. Physical Medicine and Rehabilitation Clinics of North America, 10(3), 673-703. doi:10.1016/S1047-9651(18)30188-8
Johns Hopkins Medicine (s.f.). Is There Really Any Benefit to Multivitamins?. Healthy Aging. https://www.hopkinsmedicine.org/health/healthy_aging/healthy_body/is-there-really-any-benefit-to-multivitamins
Kamangar, F., & Emadi, A. (2012). Vitamin and mineral supplements: do we really need them?. International journal of preventive medicine, 3(3), 221-6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3309636/
Lustig, R. H. (2014). Fat chance: Beating the odds against sugar, processed food, obesity, and disease. New York: Plume.
Lynch, B. (2018). Dirty genes: A breakthrough program to treat the root cause of illness and optimize your health. New York, NY: HarperOne.
Shanahan, C., & Shanahan, L. (2018). Deep nutrition: Why your genes need traditional food. New York: Flatiron Books.
Smith, AD., Kim, Y. & Refsum, H. (2008). Is folic acid good for everyone?, *The American Journal of Clinical Nutrition, 87(3), 517–533, https://doi.org/10.1093/ajcn/87.3.517
USDA (2015). Dietary Guidelines for Americans 2015-20120 (8th Ed). http://www.dietaryguidelines.gov
Ward E. (2014). Addressing nutritional gaps with multivitamin and mineral supplements. Nutrition journal, 13, 72. doi:10.1186/1475-2891-13-72
What I’ve Learned (2019). Why You Shouldn’t RELY on Vitamin and Mineral Supplements. https://youtu.be/gWiC4ZCS55Y
[…] ¿compraste este suplemento alimenticio solo porque alguien te lo recomendó, por lo que has escuchado en los medios y en la […]