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Acampar repara tu reloj interno

Acampar una semana repara tu reloj interno: estudio

Con solamente una semana de campamento sin luz artificial, el ritmo circadiano se regula, mejorando la calidad y cantidad de sueno, así como los niveles de energía y alerta durante el día.

El ritmo circadiano evolucionó para regular la vida en relación a los periodos naturales de luz y oscuridad, es decir al tiempo que duran el día y la noche. Por millones de años nuestros ancestros dependieron de la luz de día para llevar a cabo sus actividades y de la noche para descansar. Con el descubrimiento del fuego ese tiempo de actividad solamente se expandió algunas pocas horas con la luz amarilla generada por la combustión de leña.

Sin embargo, desde que el ser humano descubrió la luz artificial generada por electricidad, ese ritmo de día-noche natural cambió drásticamente. Especialmente en la última mitad de siglo en los países desarrollados y emergentes, estamos expuestos a mucha más luz artificial y mucha menos luz natural, en comparación con la cantidad y calidad en la que el ser humano evolucionó. De modo que es lógico que esto afecte al organismo de varias formas, y se sabe desde hace tiempo que lo hace.

El mecanismo principal por lo que esto sucede la acción de la hormona melatonina, la cual evolucionó para regular el reloj interno del ser humano y muchos otros animales.

Acampando por la ciencia

Un estudio que no necesitamos ser científicos para encontrar interesante, precisamente corroboró que el ciclo día-noche dictado por la naturaleza regula el reloj interno del cual dependen las horas a las que dormimos y despertamos, independientemente de nuestras costumbres modernas. Al punto en que solamente una semana de vida dependiente de la luz natural restableció el rito circadiano, sincronizándolo con la salida y la puesta del sol en todos los participantes.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder, consistió en tres fases. En la primera fase, por medio de una pulsera detectora de luz, tiempo y calidad del sueño que cada participante portó día y noche, se recolectaron datos de los 8 participantes (2 mujeres y 6 hombres, de entre 30 y 39 años) para determinar sus ritmos circadianos normales por una semana. Al final de la semana todos los participantes fueron analizados en sus niveles de melatonina por un día completo mediante muestras de saliva.

La segunda fase consistió en un viaje y una estancia de campamento por una semana en los bosques de las Montañas Rocallosas, tiempo durante el cual no utilizaron ningún tipo de luz artificial además de la luz de fogatas. Todo el tiempo siguieron utilizando los participantes sus pulseras para recabar los mismos datos de la primera fase. La tercera fase consistió en el análisis del ritmo circadiano de todos los participantes en cuanto regresaron del campamento a las instalaciones de la universidad, similar al análisis después de la primera semana.

Camping en la naturaleza

Regulando el reloj interno

El extenso análisis de los datos llegó a la confirmación de la hipótesis: el día y la noche naturalmente dictan el ciclo circadiano humano. Pero eso no fue lo más importante, ya que estudios anteriores ya habían encontrado de otras formas este resultado.

El punto más interesante, que además tiene utilidad práctica para la vida de cualquier persona es que este estudio, encontró que independientemente de los hábitos y actividades de la vida diaria de cada persona, el ritmo circadiano natural se puede restablecer con solamente una semana de vida dependiente de solamente luz del sol y fogatas.

Pero los resultados de este estudio, además de corroborar una vez más que nuestros genes evolucionaron dependientes del ciclo día-noche, nos ayudan a entender cómo podemos restablecer dicho ciclo, tomando en cuenta que la dependencia de la luz artificial moderna ha resultado en cambios poco saludables.

Lo que nos dice, en pocas palabras, es que tomar una semana de vacaciones para descansar del estrés de la vida modera, de poco sirve si todos esos días los pasamos en un ambiente dependiente de las luces artificiales, como por ejemplo en un hotel y en varios restaurantes.

Acampa lo más seguido que puedas

Como todo amante del camping y el contacto con la naturaleza ya sabe desde hace mucho, para resetear tu organismo es mejor que tu semana de vacaciones sea en la naturaleza, amaneciendo con el sol y durmiendo en tu casa de campaña o bolsa de dormir, después de una agradable noche a la luz de la fogata.

No por romanticismo, sino por salud.

Recuerda que además, la exposición a la luz solar trae muchos más beneficios para la salud, como la sintetización de vitamina D, que no podemos conseguir con las luces artificiales. Y que la calidad y cantidad del sueño que conseguimos es clave para mantener la salud. No en vano estos temas ya los hemos abordado en artículos anteriores.

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De modo que no solamente tu salud mental, sino también tu sistema inmunitario te agradecerán una semana de campamento en la naturaleza sin luces artificiales, para la regulación de tu reloj interno.

Campomento a la luz de la fogata

Referencias
Wiley, T. S. & Formby, B. (2000). Lights out: Sleep, sugar, and survival. Pocket Books Health.
Wright Jr, K. P., McHill, A. W., Birks, B. R., Griffin, B. R., Rusterholz, T., & Chinoy, E. D. (2013). Entrainment of the human circadian clock to the natural light-dark cycle. Current Biology, 23(16), 1554-1558. https://doi.org/10.1016/j.cub.2013.06.039

Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

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