¿Te has sentido mal después de comer un gran plato de pasta?
Para empezar, ¿qué haces comiendo tanta pasta? O siquiera pasta.
En estos casos, la hinchazón, la fatiga y una sensación general de pesadez pueden atribuirse a que fue mucha comida. Sin embargo, para algunos, podría ser un signo de algo más: enfermedad celíaca.
El 16 de mayo celebramos es el Día de la Enfermedad Celíaca, un día para crear conciencia sobre esta enfermedad autoinmune. Así que profundicemos en el mundo de la enfermedad celíaca, entendiendo sus signos, cómo manejarla y por qué es importante su diagnóstico. Y que no se trata solamente de comer pan libre de gluten.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
Imagina tu intestino delgado como una fábrica ocupada, absorbiendo nutrientes de tus alimentos. En la enfermedad celíaca, el gluten, una proteína que se encuentra principalmente en el trigo, la cebada, el centeno (y en todos los alimentos derivados de estos granos) que actúa como un pequeño saboteador.
Cuando una persona con enfermedad celíaca consume gluten, su sistema inmunológico se pone en modo de defensa y ataca el revestimiento del intestino delgado. Este daño dificulta la absorción de nutrientes, lo que genera una cascada de problemas de salud. A este problema se le conoce como intestino permeable, y si quieres saber más, ya lo abordamos en un artículo y un video.
Signos y síntomas: ¿simplemente intolerancia al gluten?
La enfermedad celíaca puede ser complicada. Los síntomas varían mucho en distintas personas y es posible que algunas no experimenten ninguno. Esta es la cuestión: la enfermedad celíaca es una respuesta autoinmune, no solo la sensibilidad al gluten. Pero sin entrar en detalle por ahora en este último punto, los síntomas comunes incluyen:
- Hinchazón y gases.
- Diarrea o estreñimiento.
- Dolor abdominal y calambres.
- Fatiga y pérdida de peso.
- Deficiencia de hierro inexplicable.
- Erupciones cutáneas (dermatitis herpetiforme).
Estos síntomas pueden confundirse con otros problemas, por lo que es fundamental obtener un diagnóstico adecuado.
Un simple análisis de sangre puede cambiarlo todo
Si sospechas de enfermedad celíaca porque sufres de algunos o varios de los síntomas listados, acude al médico. Un simple análisis de sangre puede detectar anticuerpos producidos por el cuerpo en respuesta al gluten. Para un diagnóstico definitivo, un especialista podría recomendar una endoscopia, un procedimiento en el que una pequeña cámara examina el intestino delgado en busca de daños que ya haya causado la enfermedad celiaca.
Y aquí está una clave: No dejes de consumir gluten antes de hacerte la prueba. Eliminar el gluten antes de la prueba puede dar lugar a resultados inexactos. Lo que nos dice ya algo muy importante de esta enfermedad que rescatamos más adelante en este artículo.
Vivir con enfermedad celíaca no se trata sólo de comida
La buena noticia: la enfermedad celíaca es controlable, e inclusive en algunos casos reversible. El tratamiento principal es una dieta estricta libre de gluten. Esto significa que, si consumes muchos alimentos ultraprocesados (como lamentablemente muchas personas), tendrás que convertirte en un profesional de la lectura de etiquetas, ya que el gluten puede esconderse en lugares inesperados como la salsa de soya, los aderezos para ensaladas e incluso algunos medicamentos.
Pero el manejo de la celiaquía va más allá de no consumir gluten. Aquí hay algunos consejos adicionales:
- Únete a un grupo de apoyo: Conectarte con otras personas que comprenden los desafíos de un estilo de vida sin gluten puede salvarte la vida.
- Planifica tus comidas: Una despensa bien surtida con alimentos básicos sin gluten te hace la vida más fácil. De hecho, si en esa despensa hay muy pocos alimentos ultraprocesados, mejor.
- Defiéndete a ti mism@: Educa a tus amigos, familiares y al personal del restaurante sobre tus necesidades dietéticas.
- Céntrate en lo positivo: Aunque no lo creas, hay muchas deliciosas opciones de alimentos sin gluten, tanto naturales como comerciales.
¿Puede una dieta baja en carbohidratos ayudar con la enfermedad celíaca?
La pregunta del millón, de la cual la respuesta es lógica. Si bien una dieta estricta sin gluten es la base del control de la enfermedad celíaca, cada vez más personas consideran que un enfoque bajo en carbohidratos también es beneficioso. Y hasta mejor.
Esto se debe a que muchos cereales que contienen gluten también son naturalmente ricos en carbohidratos que esta dieta elimina o reduce drásticamente. De modo que al centrarse en verduras, grasas saludables y proteínas magras, una dieta baja en carbohidratos puede ayudar naturalmente con la salud intestinal general y reducir la inflamación.
De hecho, es importante entender que algunos productos comerciales sin gluten pueden contener carbohidratos y azúcares refinados. Y estos ingredientes por sí mismos promueven la inflamación. Y estos alimentos por defecto son eliminados o reducidos en una dieta baja en carbohidratos.
Así que segúrate de priorizar los alimentos naturales y mínimamente procesados cuando sigas un enfoque bajo en carbohidratos y sin gluten. También es aconsejable hablar sobre cualquier cambio en la dieta con tu nutriólogo o profesional de la salud para asegurarte de obtener los nutrientes esenciales en cantidades suficientes.
Una vida plena con la enfermedad celíaca
Recuerda que un diagnóstico de enfermedad celíaca no es necesariamente una sentencia de por vida. Con una gestión adecuada mediante cambios en tu alimentación y estilo de vida, podrás vivir una vida sana y plena, e inclusive revertir los marcadores de autoinmunidad.
Así que generemos conciencia y comprensión sobre la enfermedad celíaca para que más personas entiendan que es una condición seria que merece tratamiento y atención, y no es solamente que «así funcionen tus tripas».
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