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Los endulzantes artificiales, el gran engaño

Saber cómo responde el cuerpo humano a estos endulzantes artificiales no es algo sencillo. Y tampoco son la solución definitiva para eliminar las calorías de tus bebidas y alimentos.

Ya sabemos, cada vez con más evidencia, que el azúcar es tóxico. ¿Pero qué hay sobre los endulzantes artificiales?

Para estas fechas ya deberíamos ser conscientes de que debemos minimizar (y de preferencia eliminar) el consumo de azúcar, porque prácticamente es un veneno adictivo que aumenta sus efectos nocivos en nuestro organismo conforme a la cantidad y tiempo que lo consumimos.

Nadie lo sabe mejor que las personas diabéticas y las que deciden ponerse a dieta (ya sea por necesidad o por deseos de ser más saludables), debido a que el primer carbohidrato que su nutriólogo o médico les pide eliminar es el azúcar. Y con mucha razón, ya que es la principal causa de acumulación de grasa en el cuerpo, y en consecuencia de inflamación y Síndrome Metabólico.

Así que una de las primeras medidas que se les sugieren es eliminar o minimizar el consumo de la primera fuente de azúcares añadidas que consume la gente: las bebidas endulzadas, como las sodas y los jugos.

Sin embargo, debido a que el dulce es adictivo, muchas personas optan por no dejar el sabor dulce, pero sí las calorías que normalmente vienen con el azúcar, reemplazando este carbohidrato con endulzantes artificiales o bajos en calorías.

Seguir disfrutando de lo dulce

Aunque no es una alternativa en realidad saludable (ya veremos por qué más adelante), el uso responsable de endulzantes artificiales o bajos en calorías puede ayudar a reducir el nivel de azúcares añadidas en la dieta, y así reducir las calorías que consumimos.

Como lo afirma el Dr. Christopher Gardner, profesor de medicina de la Universidad de Stanford, «reducir la cantidad de calorías nos ayuda a alcanzar o mantener un índice de masa corporal y peso saludables». Y precisamente el Dr. Gardner es uno de los investigadores que respaldaron un estudio que busca concientizar sobre el uso de este tipo de endulzantes.

Ese estudio, publicado por la Asociación Americana del Corazón (AHA) y la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) explica que, consumidos responsablemente, los endulzantes artificiales (incluyendo los bajos en calorías y los no-calóricos) pueden ayudar a la pérdida y control de peso, lo cual puede también traer beneficios metabólicos. Sin embargo, el estudio también especifica que estos beneficios potenciales no se obtendrán «cuando exista un aumento compensatorio de obtención de energía de otras fuentes».

Esto, en palabras comunes simplemente significa que de poco servirá reemplazar las azúcares por endulzantes bajos en calorías, si al mismo tiempo consumes más alimentos que compensan o aumentan las calorías que te ahorras.

Y lamentablemente esto es lo que le pasa a muchos.

No todos los endulzantes artificiales son iguales

Antes de pasar a la razón por la cual los sustitutos del azúcar no son una verdadera solución, hay que conocer los principales y a qué tipo pertenecen. Y para empezar existen tres tipos: endulzantes artificiales no-calóricos y bajos en calorías, alcoholes de azúcar y edulcorantes nuevos.

Ahora bien, los endulzantes artificiales generalmente reconocidos como seguros (GRAS) por la Administración de Alimentos y Medicinas de los Estados Unidos (FDA) son: sacarina, acesulfame-k, aspartame, neotame, y sucralosa. Todos son varias veces más dulces que el azúcar, así que solo se necesita poca cantidad para endulzar igual, de modo que, aunque algunos sí aporten calorías, la cantidad es muy pequeña, de manera que se consideran cero-calorías.

¿Qué hay con los edulcorantes nuevos? Hasta que más información esté disponible, los endulzantes de Glucósidos Stevioles derivados de la planta Stevia rebaudiana no son reconocidos como GRAS pero son permitidos de vender y consumirse. En cambio, las hojas de Stevia y los extractos no refinados de stevia no se consideran GRAS y no son permitidos para usarse como endulzantes en los Estados Unidos. Otro edulcorante nuevo, pero este sí reconocido como GRAS, es la tagatosa, un endulzante derivado de la lactosa.

Por su parte, los alcoholes de azúcar, o polioles, no son considerados endulzantes bajos en calorías (EBC’s), porque no son absorbidos por el sistema digestivo. Pueden ser igual de dulces, pero a diferencia de los EBC’s o el azúcar común, no promueven las caries, ni causan elevación pronunciada de la glucosa en la sangre, por lo cual son promovidos como una buena alternativa para personas con diabetes. Ejemplos de estos son el sorbitol, xylitol, lactitol, mannitol, eritritol, y maltitol.

El problema con los endulzantes bajos en calorías

Aunque el consumo de bebidas endulzadas con edulcorantes ha aumentado, la prevalencia de obesidad y problemas relacionados con la alta ingesta de carbohidratos no lo ha hecho. ¿A dónde se han ido esas calorías que no se han consumido?

El metabolismo no es tan simple. Saber cómo responde el cuerpo humano a estos endulzantes no es algo sencillo. Parece ser que simplemente reemplazar el azúcar por EBC’s no es suficiente. O inclusive causa el efecto contrario, y de ahí la recomendación precautoria del reporte de la AHA y la ADA de hacerlo responsablemente.

Está documentado que un porcentaje de las personas con sobrepeso que consume bebidas endulzadas artificialmente tiende a consumir más calorías totales, porque los refrescos de dieta pueden desencadenar el aumento de apetito. Además, el uso de endulzantes artificiales se ligó en un estudio con el desarrollo de diabetes, posiblemente por la anterior razón. ¿Por qué?

Como lo explica el Dr. Robert Lustig, uno de los principales expertos promotores de la eliminación de los azúcares añadidos de la alimentación, aunque no tengan azúcar o calorías, estos edulcorantes alteran los niveles de glucosa en la sangre y ya se han ligado a la alteración del microbioma intestinal, lo que fomenta el Síndrome Metabólico. «No existe estudio alguno que muestre que sustituir bebidas azucaradas por bebidas dietéticas cause pérdida de peso en sujetos obesos», recuerda Lustig en su bestseller Fat Chance.

Además, a diferencia de los endulzantes artificiales, en condiciones saludables la glucosa (carbohidratos comunes como el azúcar) reduce el hambre y aumenta las señales de saciedad que no te permiten seguir comiendo. Lo que parecen no hacer los endulzantes artificiales.

Falta más investigación; y no la quieren hacer

Una de las nuevas recomendaciones de la AHA y la ADA, es que los niños no deberían tomar bebidas endulzadas artificialmente debido a sus efectos desconocidos, así que es mejor limitar su consumo.

¿Efectos desconocidos? ¿No se supone que están aprobados como seguros? No realmente. El término exacto es GENERALMENTE Reconocidos Como Seguros.

La razón por la que se venden aun cuando falta investigación sobre sus efectos de largo plazo (no solamente en los niños), se debe a la manera en que funciona la industria alimenticia de Estados Unidos, que se supone está muy regulada.

Verás, lo que tu cuerpo le hace a un alimento o medicamento se le llama farmacocinética. En cambio, lo que ese medicamento o alimento le hacen a tu cuerpo se llama farmacodinámica. Para poder ser aprobados, la FDA exige a las empresas los estudios de farmacocinética, más no los de farmacodinámica. Y las empresas no se preocupan por hacerlos porque no quieren arriesgarse a que los resultados no les convengan. Y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) no hacen esas pruebas porque consideran que son gastos que deben hacer las empresas. Así que nadie los hace.

Y lamentablemente la regulación mexicana no es mucho más estricta. De modo que en realidad no tenemos suficiente información sobre de qué forma los endulzantes artificiales afectan en realidad al metabolismo humano, especialmente en el mediano y largo plazo.

Recomendaciones para el consumo de endulzantes artificiales

Posiblemente debido a que no hay suficiente investigación sobre los efectos a largo plazo, la AHA y la ADA recientemente publicaron que es posible reducir el consumo de bebidas endulzadas con azúcares sin tener que aumentar el consumo de las endulzadas artificialmente. Es decir, que es mejor evitar ambas.

De modo que el consejo para los consumidores habituales de bebidas azucaradas es que las bebidas bajas en calorías deben ser solamente un reemplazo temporal para reducir el consumo de las primeras. El objetivo debe ser dejar la costumbre de consumir bebidas endulzadas en general.

Las alternativas a las bebidas endulzadas, tanto natural como artificialmente, son lo más recomendable, como el agua natural, el agua carbonatada y las bebidas saborizadas, pero sin endulzante de ningún tipo.

En pocas palabras: deja el azúcar y en general la necesidad de que tus bebidas tengan sabor dulce para consumirlas.

Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

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