Con el auge de los teléfonos inteligentes en los últimos 10 años, ya nos acostumbramos a este práctico modo de comunicación que nos facilita la vida. Hay más de 6 mil millones de teléfonos en el mundo, y su ubicuidad sigue aumentando conforme el mundo se sigue desarrollando y la tecnología baja de precio.
Sin embargo, aunque ha avanzado a pasos agigantados en los últimos 20 años, esta tecnología es prácticamente nueva. Y debemos tomar en cuenta que no sabemos mucho en realidad sobre los efectos de todos estos aparatos en la salud humana. Y no solamente los efectos psicológicos, sino también los físicos. Especificamente los de la radiación que emiten.
Esta tecnología ha estado tan ocupada avanzando y haciéndose popular, que la investigación sobre los efectos en el ser humano de la radiación que utilizan, no ha tenido tiempo de avanzar a la misma velocidad. Y en los últimos años, grandes dudas sobre este tema están por fin siendo investigadas.
Aceptado: la radiación de tu teléfono sí te afecta
“No debes mantener el teléfono cerca de tu cuerpo o excederás el tiempo de exposición determinado como saludable”. Este es el mensaje que puedes encontrar en las recomendaciones de uso de la mayoría de los aparatos celulares de todas las marcas, pero ¿quiénes lo lee y lo toman en cuenta? Algunas empresas de telefonía de hecho ya están avisando a los usuarios que deben evitar usar el teléfono cerca del cuerpo, utilizando de preferencia manos libres o altavoz.
Y es que, de hecho, tanto el teléfono como el horno de microondas utilizan una frecuencia similar, la única diferencia es la potencia. ¿No es esto hecho suficiente para calcular que la cantidad de exposición a una radiación leve puede sumarse con el tiempo y causar problemas a la salud humana aunque sea de baja potencia?
Hasta hace poco los únicos estudios que habían encontrado que esto es muy probable habían sido solamente en animales. Pero un estudio de casos recientes en humanos ya está promoviendo que se investigue más seriamente el tema.
La radiación de los teléfonos sí fomenta el cáncer
El cáncer de mama en mujeres menores de 40 años y sin historial familiar de predisposición genética es muy raro, de manera que en este tipo de casos se investiga los riesgos medioambientales que pudieron causarlo.
En un estudio publicado en 2013 en la revista especializada Case Reports in Medicine, reportó precisamente una serie de cuatro casos similares de mujeres entre 21 y 39 años con cáncer invasivo multifocal que aumentó la preocupación sobre que la causa más probable haya sido la radiación electromagnética de los teléfonos.
Y es que las cuatro pacientes que regularmente cargaban su teléfono directamente sobre la piel en sus brasieres por hasta 10 horas al día, por varios años, desarrollaron tumores cancerígenos precisamente en el área directamente debajo de la posición regular del teléfono. De hecho directamente debajo de donde se encontraba la antena del aparato.
La clave está en el tiempo de exposición y la cercanía
Las reglamentaciones sobre riesgo de problemas a la salud sobre el uso de celulares tienen 20 años de haberse establecido. Sin embargo, a pesar de la velocidad con la que ha cambiado la tecnología y su uso, estas siguen siendo las que se aplican hoy en día.
Además, las condiciones en las que se basan los estudios que determinaron esas reglamentaciones para considerarse seguras y los que no encuentran daños a la salud, son muy distintas a las del uso en al vida real. ¿Quién utiliza su celular para hablar solamente 1 vez a la semana por 6 meses?
Así que la radiación con la que funcionan los smartphones puede ser muy débil, pero no deja de ser radiación que con el tiempo de exposición se acumula, y lamentablemente los estudios en este respecto apenas están comenzando a llevarse a cabo, solamente porque ya ha pasado suficiente tiempo para que se estén notando los efectos en el ser humano.
¿No les recuerda esto al caso del cigarro y el cáncer?
West, J., Kapoor, N., Liao, S., et al. (2013). Multifocal Breast Cancer in Young Women with Prolonged Contact between Their Breasts and Their Cellular Phones. Case reports in medicine, 2013, 354682. doi:10.1155/2013/354682
Comentar