Una reciente publicación en el journal Current Sports Medicine Reports recopiló evidencia y concluyó lo que muchos ya sabíamos desde hace tiempo, pero que nunca se tomó en cuenta oficialmente: la actividad física es la mejor herramientra contra COVID-19 en todas sus formas, antes y después de la infeccion. Inclusive para haber prevenido la infección y la severidad de los síntomas.
Ejercicio, herramienta lógica contra COVID-19
Conociendo todos sus beneficios (sobre lo que ya hemos publicado en Cuídate Hoy en artículos y videos), sin duda la actividad física debería haberse incluido en las recomendaciones oficiales contra el COVID-19 desde el principio, aun cuando no había evidencia específica. Y aquí solamente unos cuantos puntos que explican por que:
- Se sabía desde hace mucho que el ejercicio tiene varios beneficios para la salud y el bienestar general. Puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la salud mental y estimular el sistema inmunológico. Y el sistema inmunológico se encarga de lidiar con las infecciones, incluyendo la infección por SARS-CoV2.
- Desde hace mucho ha existido evidencia sólida de que el ejercicio puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias. Por ejemplo, varios estudios encontraron que que las personas que hacían ejercicio regularmente tenían un menos de probabilidades de contraer un resfriado o gripe. Y recordemos que COVID-19 es una infección respiratoria; como la gripe.
- El ejercicio puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Estos son dos problemas de salud mental comunes que aumentaron por la pandemia de COVID-19.
- El ejercicio mejora la calidad del sueño. Este es otro factor importante para la salud y el bienestar general, especialmente en momentos de estrés, ya que este reduce la función del sistema inmunitario.
- El ejercicio puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía. Esto pudo haber sido muy útil para las personas que se sentían fatigadas o deprimidas debido a la pandemia.
Evidencia que no fue tomada en cuenta
Por lo tanto, aunque al principio de la pandemia lógicamente no existía evidencia específica de que el ejercicio pudiera ayudar a prevenir o tratar el COVID-19, siempre fue una recomendación obvia.
De modo que dados los beneficios conocidos del ejercicio y la falta de riesgos conocidos, tenía sentido haber alentado a las personas a mantenerse activas durante la pandemia. Pero esto no sucedió. De hecho, todo lo contrario, cerrando parques y gimnasios y recomendando las autoridades que las personas no salieran de sus casas.
Estudios corroboraron lo obvio sobre el ejercicio y COVID-19
Aun cuando la pandemia estaba en su apogeo, estudios encontraron que el ejercicio puede ser beneficioso para las personas con COVID-19.
Por ejemplo estudio publicado en el journal Medicine & Science in Sports & Exercise descubrió que el ejercicio ayuda a reducir los síntomas de COVID-19 prolongado y a mejorar en general la salud para la mayoría de los pacientes.
Así, la evidencia sugiere que la actividad física es una forma segura y eficaz de mejorar la salud y el bienestar general. También es una recomendación lógica para prevenir y tratar el COVID-19, como la reciente publicación en Current Sports Medicine Reports hoy lo corrobora.
Las «razones» de las autoridades oficiales
Es lamentable que la actividad física no se haya incluido en las recomendaciones oficiales sobre la COVID-19, aunque siempre hubo pruebas sólidas de que podía ayudar a prevenir y tratar la enfermedad. Hay algunas explicaciones posibles para esto; las que de cualquier forma para nada son excusas para el sistema y las autoridades en realidad.
- Falta de concientización: Muchas personas, incluidos los profesionales de la salud y autoridades en la materia, lamentablemente no son conscientes de los beneficios del ejercicio para prevenir y tratar el COVID-19.
- Conceptos erróneos sobre el ejercicio: Algunas personas siguen creyendo que el ejercicio es perjudicial para las personas con enfermedades respiratorias, como la COVID-19. Pero esto no es verdad. De hecho, el ejercicio puede ser beneficioso para personas con enfermedades respiratorias, siempre que se realice de forma apropiada.
- Prioridades: La pandemia de COVID-19 se centró en prevenir la propagación del virus, y los cubrebocas se consideraron una forma más eficaz de hacerlo. Sin embargo, ahora está claro que la actividad física también puede desempeñar un papel en la prevención de la propagación del virus. Y que el uso tan expandido del cubrebocas al final no fue tan eficaz como se creía.
- Urgencia: Las recomendaciones se desarrollaron rápidamente y no hubo tiempo suficiente para evaluar completamente la evidencia sobre la actividad física.
Moraleja: no le saques la vuelta al ejercicio
En general, la actividad física es una herramienta poderosa que puede ayudar a mejorar la salud y el bienestar de muchas maneras. Es una intervención segura y eficaz que debe fomentarse para todos, independientemente de su edad o estado de salud, para prevenir, reducir los efectos y lidiar contra cualquier infeccion viral respiratoria, incluida COVID-19.
Así que, esperemos la pandemia de COVID-19, en conjunto con estos estudios que ahora lo corroboran, haya servido de ejemplo de la importancia del ejercicio para la mantener la salud pública y reducir los efectos de futuras epidemias similares.
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