Nutrición Salud

Cuídate de la permeabilidad intestinal

Una enfermedad que antes se consideraba solamente un mito de la medicina alternativa, ahora está siendo reconocida científicamente como la raíz de muchas enfermedades modernas: el intestino permeable. ¿Qué es, y por qué es tan importante entenderla?

Toda enfermedad comienza en los intestinos. —Hipócrates

Desde que Hipócrates identificó que muchas enfermedades estaban relacionadas con el sistema digestivo de una forma u otra, al punto de declarar que toda enfermedad comienza en los intestinos, esa declaración se ha hecho aun más válida hoy.

Aunque obviamente existen enfermedades que no están directamente relacionadas con el sistema digestivo, y condiciones genéticas que aunque estén relacionadas con los intestinos no comienzan ahí, Hipócrates no estaba tan errado. Especialmente cuando tomamos en cuenta que las principales enfermedades modernas son enfermedades crónicas.

La relación intestino-enfermedad es tan importante, que en las últimas décadas una enfermedad que antes se consideraba solamente uno más de los mitos de la medicina alternativa, ahora está siendo reconocida científicamente como la raíz de muchas enfermedades modernas: el intestino permeable. ¿Qué es, y por qué es tan importante entenderla especialmente hoy?

La permeabilidad intestinal

Mas técnicamente conocida como permeabilidad intestinal, el síndrome de intestino permeable consiste en daño al tejido de los intestinos, el que a su vez daña la salud de variadas formas, manifestándose como síntomas en varios sistemas, y no solamente el gastrointestinal. El estudio científico de esta condición es relativamente nuevo, pero ya se conocen varios aspectos que son importante entender para tratarla y prevenirla.

El sistema gastrointestinal es el medio por el cual conseguimos los nutrientes de los alimentos: los absorbe y los pasa al torrente sanguíneo para ser procesados y aprovechados por el cuerpo. Esto, espero, ya lo sabemos todos.

Pero los intestinos además de absorber nutrientes, actúan como una barrera que separa el exterior del torrente sanguíneo, barrera a la que se le conoce como el revestimiento intestinal.

Este revestimiento funciona como una red de pescador que permite que ciertos peces pasen y otros no. En el caso de la pared intestinal, aminoácidos, ácidos grasos y azucares, es decir nutrientes, normalmente pueden pasar.

Pero cuando la red del revestimiento intestinal tiene agujeros, partículas sin digerir, bacterias y toxinas pueden atravesar la barrera. Y esto no es nada bueno, ya que la presencia de partículas extrañas en el los capilares intestinales promueve la respuesta inmunitaria, es decir la inflamación. Esta inflamación, además con el tiempo promueve sensibilidades alimenticias y malabsorción de nutrientes.

Intestino permeable

Malabsorción de nutrientes

Con permeabilidad intestinal, no absorbes adecuadamente nutrientes como minerales y vitaminas. Como, por ejemplo, hierro y vitamina B12, lo que lleva al desarrollo de anemia e hipotiroidismo. Si la permeabilidad dura lo suficiente, puedes desarrollar alguna forma de enfermedad autoinmunitaria, o varias. O mínimo una enfermedad inflamatoria severa.

Que te diagnostiquen alguna de esas que terminan en itis, puede ser una señal de que sufres de permeabilidad intestinal desde hace un tiempo. Pero antes de eso, la permeabilidad intestinal también se manifiesta como alteraciones gastrointestinales “comunes” como constipación, gases o diarrea.

Pero eso no es todo, porque también puedes tener intestino permeable sin presentar síntomas gastrointestinales. Y en este caso es muy común que tu médico trate los síntomas sin percatarse del origen, y en consecuencia permitir que la condición progrese.

¿Cómo saber si estás desarrollando permeabilidad intestinal?

Señales de permeabilidad intestinal

Si es común que tus heces no sean de consistencia solida, si sufres de síndrome de intestino irritable, disbiosis, sensibilidades alimenticias, enfermedad celiaca, artritis, tiroiditis, lupus, esclerosis múltiple, depresión y ansiedad, síndrome de fatiga crónica, ganancia rápida de peso, acné, migraña o dolores de cabeza. Cualquiera o varias de estas al mismo tiempo pueden ser consecuencia de la permeabilidad intestinal.

Si lo considera necesario, un especialista actualizado puede ordenar exámenes específicos para corroborar o descartar la permeabilidad intestinal, pero como veremos,puede que no sea necesario, si lo que te importa es lidiar con el problema de origen.

Síndrome de intestino permeable

Revertir la permeabilidad intestinal

¿Cómo se arregla el intestino permeable? En la mayoría de los casos, la solución es realmente simple, pero no necesariamente fácil: dejando de consumir los alimentos promotores, y dejando los comportamientos que lo fomentan. ¿Como?

  1. Reduciendo el estrés, porque las hormonas del estrés promueven el daño de la pared intestinal.
  2. Reduciendo los alimentos que contienen toxinas como lectinas, y partículas difíciles de digerir, como por ejemplo el gluten en las harinas de granos, e inclusive compuestos en vegetales crudos como brócoli.
  3. Eliminando el consumo de azúcares y alimentos fritos; lo que es básico para la salud nutricional.
  4. Evitando o ingiriendo la mínima cantidad de medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos, antibióticos, y anticonceptivos, que alteran la función intestinal.
  5. Mejorando la salud inmunitaria para reducir las infecciones con parásitos, bacterias y virus.
  6. Mejorando la salud de otros órganos, como el hígado, que influye en la función intestinal y el metabolismo.

Y para ser más específicos, si sospechamos de permeabilidad intestinal, o deseamos prevenirla, cuales alimentos debemos evitar y cuáles consumir más seguido?

Alimentos a eliminar

  • Gluten, lectinas y acido fítico de granos como el trigo. Es decir, dejar las harinas y sus derivados como el pan y las pastas
  • Azúcar en todas sus formas.
  • Caseína y lactosa de los lácteos no fermentados.
  • Ensaladas de vegetales crudos.
  • Leguminosas sin preparar adecuadamente.
  • Aceites de semillas (maíz, girasol, soya, algodón y canola).
  • Alimentos fríos como nieves, raspados y helados.
  • Endulzantes artificiales.

Alimentos a consumir

  • Caldo de hueso y de pollo, para conseguir el colágeno que forma parte de la pared intestinal.
  • Salmón, sardina y macarela.
  • Hígado y otras visceras.
  • Carnes rojas, especialmente en caso de anemia o principios de anemia.
  • Vegetales fáciles de digerir, cocinándolos.
  • Calabaza, zanahorias.
  • Coco, aguacate, aceitunas.
  • Probióticos como miso, chucrut, o en forma de suplementos.
  • Pera cocida, arándanos, moras, manzana cocida.
  • Miel y Stevia como endulzantes, si es estrictamente necesario.

La raíz de todos los problemas de salud

Ahora que sabes sobre la permeabilidad intestinal, entiendes mejor la relación directa entre la alimentación y la salud, principalmente porque la calidad de la alimentación determina la función gastrointestinal, y la función gastrointestinal a su ves determina el aprovechamiento de los nutrientes en la comida. En efecto, es un círculo que de nosotros depende que sea un círculo vicioso o uno beneficioso.

 

Referencias
Binienda, A., et al. (2020). Dietary Carbohydrates and Lipids in the Pathogenesis of Leaky Gut Syndrome: An Overview. International Journal of Molecular Sciences, 21(21), 8368. https://doi.org/10.3390/ijms21218368
Camilleri, M., et al. (2012). Intestinal barrier function in health and gastrointestinal disease. Neurogastroenterology & Motility, 24(6), 503–512. https://doi.org/10.1111/j.1365-2982.2012.01921.x
Farré, R., et al. (2020). Intestinal Permeability, Inflammation and the Role of Nutrients. Nutrients, 12(4), E1185. https://doi.org/10.3390/nu12041185
Khoshbin, K., & Camilleri, M. (2020). Effects of dietary components on intestinal permeability in health and disease. American Journal of Physiology-Gastrointestinal and Liver Physiology, 319(5), G589–G608. https://doi.org/10.1152/ajpgi.00245.2020
Linderman, B. (2016). Leaky Gut – EVERYTHING You Need to Know. The Functional Gut Health Clinic. https://bellalindemann.com/blog/leaky-gut-everything
Martin, C., et al. (2018). The Brain-Gut-Microbiome Axis. Cellular and Molecular Gastroenterology and Hepatology, 6(2), 133–148. https://doi.org/10.1016/j.jcmgh.2018.04.003
Odenwald, M. A., & Turner, J. R. (2013). Intestinal Permeability Defects: Is It Time to Treat? Clinical Gastroenterology and Hepatology, 11(9), 1075–1083. https://doi.org/10.1016/j.cgh.2013.07.001
Rohr, M., et al. (2019). Negative Effects of a High-Fat Diet on Intestinal Permeability: A Review. Advances in Nutrition, nmz061. https://doi.org/10.1093/advances/nmz061
Rutsch, A., et al. (2020). The Gut-Brain Axis: How Microbiota and Host Inflammasome Influence Brain Physiology and Pathology. Frontiers in Immunology, 11, 604179. https://doi.org/10.3389/fimmu.2020.604179
Vanuytsel, T., Tack, J., & Farre, R. (2021). The Role of Intestinal Permeability in Gastrointestinal Disorders and Current Methods of Evaluation. Frontiers in Nutrition, 8, 717925. https://doi.org/10.3389/fnut.2021.717925

Nelson Razo

Nutriólogo y divulgador de la ciencia enfocado en salud metabólica y promoción de la salud pública. Experto en branding y marketing digital que disfruta del running, la lectura y la investigación.

Comentar

Escribe un comentario

Deja un comentario

Video

Subscríbete

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a nuestros artículos.

Publicidad