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Las donas nos transportan al pasado; por eso engordan

La razón de que las donas sean adictivas es simple: los alimentos que contienen al mismo tiempo grasa y carbohidratos engañan al cerebro.

Hay una razón por la que las donas son tan populares. Y esa misma razón es por las que es uno de los alimentos que menos deberías de consumir. Técnicamente una dona engaña a tu cerebro. Y un estudio reciente corrobora por qué cualquier persona puede disfrutar tanto como Homero Simpson de la adicción a este postre.

La clave está en que los alimentos ricos en grasa estimulan una ruta de señales de recompensa en el cerebro; mientras que los alimentos ricos en carbohidratos estimulan otra ruta diferente.

Según un estudio de la Universidad de Yale, cuando esas señales se combinan, hacen a la comida aún más disfrutable. Y si lo pensamos un poco ¿cuántos alimentos en la naturaleza están compuestos al mismo tiempo de grasas y carbohidratos en cantidades abundantes? Ninguno. En la naturaleza, un alimento o es casi todo grasa, o casi todo carbohidratos, o una combinación de mayor parte de uno de los dos. Con excepción de uno: la leche materna.

Un mundo no solamente de donas

La leche materna, nuestro primer alimento, necesita contener todo lo necesario para el desarrollo de un bebé, ya que por algunos meses es la única comida que puede consumir. Y es necesario que instintivamente ese bebé desee consumirla y la disfrute.

Sin embargo, en el pasado, una vez dejaba de requerir de ese tipo de alimentación, el ser humano ya no se volvía a encontrar alimentos que combinaran carbohidratos y grasas en grandes proporciones. Hasta que, con el desarrollo de la agricultura y la industrialización de los productos refinados, se elaboraron los productos de la harina como el pan, y después a alguien se le ocurrió hacer ese pan en aceite, recubriéndolo con una mezcla de aceites y azúcares con colores llamativos.

Es así que las donas, como lo explica una de las autoras del estudio, la profesora Dana Small, son solamente un ejemplo de cómo «el ambiente moderno está lleno de comidas altas tanto en grasa como en carbohidratos». Otros ejemplos son los chocolates, las papas fritas, la pizza y la nieve, precisamente alimentos que, activando ese centro de recompensa en el cerebro, promueven la glotonería, la obesidad, y con ello el Síndrome Metabólico y la Diabetes.

¿Otro dato interesante y al mismo tiempo perturbador? El estudio comprobó que de hecho los alimentos ricos al mismo tiempo en grasas y carbohidratos, son adictivos independientemente de si te gusten o no. Es decir que, tu cerebro los valora más, aunque ni siquiera los disfrutes en realidad.

Nelson Razo

Nutriólogo enfocado en recuperación de la salud metabólica y la reversión de enfermedades metabólicas, basado en la más reciente evidencia y la promoción de la salud y el bienestar de largo plazo.

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