Cada día es más popular la dieta cetogénica. También conocido como keto, este régimen alimenticio consiste en consumir los menos carbohidratos posibles en favor de un mayor porcentaje de alimentos ricos en grasas (entre 60 y 90% de la alimentación diaria).
Su popularidad aumenta debido principalmente a que, llevada de la manera correcta, promueve la pérdida de peso y el mantenimiento de uno saludable, entre otros beneficios que ya hemos analizado en el artículo La dieta cetogénica, mitos y realidades.
Con su popularidad, también ha aumentado el interés en su estudio, de manera que estudios muy recientes están corroborando más de los beneficios de este estilo de alimentación, el cual parece tener efectos protectores contra ciertas condiciones crónica, y enfermedades. Como la gripe.
La dieta keto protege contra la gripe
En un estudio publicado el pasado noviembre en la prestigiada revista Science, científicos de la escuela de Medicina de la Universidad de Yale, encontraron que una dieta cetogénica les permitió a ratones combatir mejor el virus de la influenza, comparados con ratones alimentados con una dieta rica en carbohidratos.
Par el estudio, mantuvieron por siete días a unos ratones en una dieta normal con solamente el 18% de sus calorías de grasa, y 58% de carbohidratos; mientras que a otros los alimentaron con una dieta keto.
Posteriormente los infectaron con el virus de la influenza H1N1. Para el cuarto día, todos los ratones alimentados con dieta normal estaban muertos, mientras que la mitad de los ratones keto sobrevivieron.
El estudio es relevante para los seres humanos debido a que tanto nosotros como los ratones tenemos dos tipos de células T (alfa y beta) que combaten patógenos específicos, y células T gamma-delta, que detectan señales de estrés y abundan en los pulmones, la piel y los intestinos.
Los investigadores encontraron que, para el tercer día del estudio, los ratones en dieta keto tenían cuatro veces más células T delta-gamma en sus pulmones, lo que los protegió del virus.
Corroborando hallazgos anteriores
Este tipo de efectos de una dieta muy baja en carbohidratos ya se han estado investigando en las últimas décadas, y este reciente estudio de hecho es seguimiento de uno llevado a cabo en 2015 en laboratorio Dixit de la misma Universidad de Yale.
En ese estudio se encontró que, tanto en ratones como en humanos, una dieta cetogénica bloquea las rutas inflamatorias desencadenadas por complejos de proteínas que intervienen en desórdenes autoinmunes.
En consecuencia, estudios posteriores han seguido con el análisis del rol que puede jugar una dieta keto en la prevención de enfermedades relacionadas con la respuesta inflamatoria del organismo, efecto que cada vez se corrobora con más estudios, tanto en animales como en humanos.
Este estudio más reciente indica cómo es que una dieta keto puede tener similares efectos preventivos en las personas. También ayudan a explicar el hecho de que más pacientes obesos y diabéticos son hospitalizados por infecciones gripales.
Claro que estos resultados no quieren decir que con adoptar una dieta cetogénica este fin de año vas a evitar la gripa invernal. Los efectos en seres humanos pueden tardar más tiempo. Pero de cualquier forma, seguramente te ayudará dejar los carbohidratos refinados y las azúcares.
Entre más carbohidratos menos vitaminas
Aunque la Vitamina C no es realmente un remedio para la gripe (como todo el tiempo hemos escuchado) los efectos antioxidantes protectores contra enfermedades de esta vitamina sí disminuyen con una dieta alta en carbohidratos.
Sucede que la estructura molecular de la glucosa (la forma metabólica de los carbohidratos) es similar a la de la vitamina C, de modo que las células, en abundancia de glucosa, la prefieren sobre la esencial vitamina, haciéndonos deficientes de esta.
Agreguemos a esto que la resistencia a la insulina provocada por una dieta alta en carbohidratos fomenta la pobre absorción de todas las demás vitaminas y minerales.
Esto, lamentablemente, es cada vez más común, y se conoce como la doble carga de la malnutrición: deficiencia de micronutrientes por exceso de calorías provenientes en su mayoría de carbohidratos procesados como harinas y azúcares.
¿La moraleja? Minimizar los carbohidratos y dejar de tenerle miedo a las grasas, no solamente te puede ayudar a deshacerte de ese peso extra, sino que además puede reforzar tu sistema inmunológico.
Goldberg, E., Molony, R., Kudo, E., et al. (2019). Ketogenic diet activates protective γδ T cell responses against influenza virus infection. Science Immunology, 4(41): eaav2026. doi: 10.1126/sciimmunol.aav2026
Pillai, P., Molony, R., Martinod, K., et al. (2016). Mx1 reveals innate pathways to antiviral resistance and lethal influenza disease. Science, 352(6284), 463-466. DOI: 10.1126/science.aaf3926
Youm, Y., Nguyen, K., Grant, R., et al. (2015). The ketone metabolite β-hydroxybutyrate blocks NLRP3 inflammasome–mediated inflammatory disease. Nature Medicine, 21, 263–269. doi: 10.1038/nm.3804
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